La renovación de la Auditoría Superior de la Federación

Lo negro y lo blanco

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) es el órgano técnico especializado de la Cámara de Diputados, dotado de autonomía técnica y de gestión, se encarga de fiscalizar el uso de los recursos públicos federales en los tres Poderes de la Unión;

los órganos constitucionales autónomos; los estados y municipios; y en general cualquier entidad, persona física o moral, pública o privada que haya captado, recaudado, administrado, manejado o ejercido recursos públicos federales. El resultado final de la labor de la ASF son los Informes Individuales de Auditoría y el Informe General Ejecutivo del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública.

La ASF es responsable de la aplicación de las estrategias de fiscalización sobre los recursos federales transferidos a los estados y municipios, vigila el correcto cumplimiento de programas gubernamentales y posee un papel importante en la puesta en marcha del Sistema Nacional Anticorrupción aprobado recientemente. Su fundamento es el artículo 79 de la Constitución, el cual menciona: “La Cámara de Diputados designará al titular de la Auditoría Superior de la Federación por el voto de las dos terceras partes de sus miembros presentes. La ley determinará el procedimiento para su designación. Dicho titular durará en su encargo ocho años y podrá ser nombrado nuevamente por una sola vez”.

El próximo mes de diciembre, Juan Manuel Portal Martínez, concluirá su periodo como Auditor Superior de la Federación, cargo que ha ostentado durante los últimos ocho años al frente de esta dependencia, este funcionario de amplia experiencia en el servicio público, también es conocido por mantener relaciones estrechas  con diversas asociaciones profesionales de la auditoría y el control, como el Instituto Mexicano de Auditores Internos y la Asociación de Examinadores de Fraude Certificados, capítulo México, organismos que a través de él suelen ser instrumento de capacitación para los funcionarios de diversas dependencias. Sin embargo, las interrogantes que surgen son: ¿Si habrá un nuevo perfil que cubra el puesto? O si en su caso ¿Será reelecto?

Desde el momento en que la Comisión de Vigilancia de la ASF emita la correspondiente convocatoria (se espera que sea en noviembre) los diputados tendrán la responsabilidad de saber elegir a quien deba estar en tan relevante encargo, se habrá de valorar por supuesto el trabajo realizado por el actual Auditor Superior en caso de que el mismo decida participar nuevamente en este proceso de elección y la trayectoria de los otros participantes.

Este nombramiento en particular, por su trascendencia se reviste de “responsabilidad” para los diputados, pues son ellos quienes escrupulosa y minuciosamente deberán de elegir al candidato, observando su pasado, su trayectoria, sus relaciones, sus vínculos y su actuar, es un momento perfecto para elegir en razón de las pruebas que se ofrezcan, deslindando o comprobando acusaciones y señalamientos, únicamente de esta manera se podrá garantizar para México el correcto cumplimiento en este trascendente encargo.