EL PESO ECONÓMICO DE LA INCERTIDUMBRE

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 Desde su toma de protesta en enero de 2017, el presidente norteamericano Donald Trump ha venido fomentado un ambiente que por sobre todo ha generado incertidumbre en sus relaciones con su vecino del sur, es decir: México. A su llegada a la Casa Oval, se hizo evidente que buscaría complacer a sus electores, cumpliendo para tal efecto sus promesas de campaña.

En relación a México, la primera cuestión que abordó, fue por supuesto la construcción del muro fronterizo, más de 365 días después, el asunto sigue en pie y Trump ha encontrado en el decreto DACA y más específicamente en la situación legal de los dreamers, el agente de cambio con el que pretende convencer al congreso para financiar su barda proteccionista.

           Su reforma fiscal, aprobada muy cerca de la navidad de 2017 y que establece la disminución de tasas impositivas principalmente en el pago de ISR, constituyó también un aliciente dirigido a inversionistas y grandes corporaciones, para reinvertir en su territorio, pero también para captar capitales que se encuentran en México y que ahora son susceptibles de causar impuestos en territorio estadounidense, pues por supuesto, la contribución sería menor.

           Tampoco es coincidencia la depreciación del peso frente al dólar, al contrario, existe una correlación que se puede observar desde la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos y que ha mantenido a nuestra moneda rondando un tipo de cambio de unos 20 pesos, respecto a nuestra divisa vecina, sin embargo y sin lugar a dudas, la renegociación forzada del TLCAN, es de todos estos actos, aquel que ha propiciado de mayor forma el fenómeno que referíamos: “la incertidumbre”.

La última prueba de ello, es la encuesta número 21 que levantó la consultoría de negocios Price Waterhouse Coopers, dada a conocer en el foro económico anual de Davos, Suiza, realizado en días pasados y que coloca a México fuera del top ten  de los países más atractivos para invertir, haciéndole retroceder 5 posiciones, pasando de la octava que ostentábamos en 2017, a la décimo tercera que este 2018 ocupamos, hoy por hoy, economías como Brasil, Canadá, Rusia, Australia y Hong Kong son más atractivas por los inversores globales. “En el caso particular de México, la incertidumbre generada por la reforma fiscal de los Estados Unidos y la renegociación del TLCAN ha tenido un impacto en la opinión de los CEO”. Y uno de los mayores riesgos en toda América Latina, es la proliferación del populismo. Así lo afirman socios directores de PwC México.

Aunado a ello, recién termina en Montreal la sexta ronda de renegociaciones del TLCAN y aunque se presentaron avances y acuerdos en los ámbitos de anticorrupción, telecomunicación y medidas sanitarias, temas torales, como las reglas de origen y procedimientos de solución de controversias, no tienen aún consenso, debido efectivamente, a la presión y demandas estadounidenses.  Este tipo de dilaciones, combinado con los procesos electorales que tendrán lugar en ambas naciones (México y Estados Unidos) podrían llevar las negociaciones hasta 2019, al menos así lo ha afirmado el Washington Post.

Es necesario observar como esta serie de actos, intencionados o no, han ido minando un sendero que hasta hace poco parecía libre, no dejamos de reconocer por ello el trabajo que los encargados de la economía nacional han venido haciendo al respecto, como en la defensa del TLCAN por ejemplo, pero hoy, consideramos sumamente necesario resaltar como en el transcurso de un año, el panorama económico mexicano ha cambiado notablemente, sin duda alguna, este será uno de los retos más grandes para la nueva administración federal, retomar el rumbo,  y solo estará a la altura queramos o no, de los más experimentados.