Picotazo político
Se escucha a todas horas: "Andrés Manuel echará para atrás la reforma educativa", "la maestra Gordillo ya sentenció que la reforma está muerta... A ver, abramos la libreta y chequemos nuestros apuntes.
 
¿Qué es la reforma educativa? Se trata de una cirugía mayor al artículo tercero de nuestra Constitución que fue realizado en 2013 y que colocó sobre la mesa, el que el estado fuera garante de la calidad de la educación, y esta llegó en paquete: ¿Qué y cómo estaban aprendiendo los chavos? ¿En qué condiciones se da este aprendizaje? ¿Quiénes les enseñan? ¿Cuál es el nivel académico de los que les enseñan? ¿Cómo llegaron los que les enseñan?
 
La Reforma se asomó al mundo del magisterio para cortar algunos vicios como aquellos de las plazas heredadas, la poca preparación y nula posibilidad de mover a un profe si este mostraba mala calidad en sus enseñanzas y por ende un barco para los alumnos. La bomba estalló con las huestes de la maestra cuando la Reforma de Peña Nieto tocó las playas de intereses de la chiapaneca, rozar a sus agremiados.
 
Valió ser testigos de la película que todos conocemos: "el regreso de Elba y los machetes afilados"... El argumento que se ha empleado es que la dichosa Reforma no es educativa sino laboral, o sea, la bronca para los enemigos de la Reforma no es la calidad y los métodos de la educación sino que a los maestros no se les debe tocar ni con el pétalo de un examen. 
 
¿La agonizante Reforma educativa es positiva o negativa? Ella plantea algo que no se ha querido instituir en el país: que los alumnos piensen por si mismos y que lo hagan desde los abrevaderos de buenos maestros, y que estos profesionales de la educación también cuenten con las herramientas docentes y algo mucho muy importante: que sean bien remunerados, pues a nadie le gusta (¿o sí?) que una de las líderes se muestre con un nivel de vida tan elevado que resulta grosero e inalcanzable para los millones de profes que viven al día.
 
El trabuco que se asoma es el que quieren hacer con una “Nueva Reforma Educativa", ¿Qué sello tratarán de imponerle? pero, sobre todo ¿En qué lugar quedarán los estudiantes mexicanos?, ¿Qué se propondrá para que nuestros niños y niñas cuenten con las herramientas suficientes para avanzar en la conquista de sus sueños, que se vean arropados por el Estado Mexicano y cuenten con las mismas oportunidades de un niño rico que estudia en institutos privados, qué vitaminas le pondrán a la nueva reforma para que un niño o joven encuentre en las aulas la inspiración y motivación suficiente y deje de pensar en convertirse en narco o cantante de regetton para sobresalir en su entorno. 
 
Qué tipo de reforma se lanzará para que los valores cívicos, el amor a México, el respeto a nuestro país y sus cuidados sean elementos que nos formen el carácter nacional. Vamos, los niños y niñas deben comenzar a ejercer su derecho a razonar, a reflexionar, a analizar, que encuentren en las aulas el debate y respeto a sus ideas, conducidos por maestros que les transmitan conocimientos y no frustración. 
 
Hay millones de buenos profes, verdaderos apóstoles, y también existen millones de alumnos hambrientos de un nuevo país. ¿Es tan difícil juntarlos? ¿Así? ¿Sin grillas baratas, ni deseos de venganzas?