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Las dimensiones del fracaso financiero y operativo en materia de transporte público en la capital, se refleja de manera recurrente en los diversos medios de transporte, incluido el RTP.

Año con año, desde la Asamblea Legislativa del DF hemos elevado el presupuesto al organismo en el afán de dotar a los

ciudadanos de un mejor servicio de transporte de pasajeros. Tal es el caso del 2013, con más de 134 millones de pesos y para 2014 se incrementó en 92millones de pesos. Aun así, hoy, los capitalinos contamos con un servicio deficiente y lamentable.

Unidades en mal estado, contaminan; en pocas palabras son chatarras caminando por la ciudad y con alta probabilidad de tener alguna avería durante los trayectos y poner en riesgo la vida de los pasajeros. ¿Qué necesidad hay?.

Hoy en día, hay casi mil 360 unidades circulando por el DF. Son 965 autobuses destinados al servicio ordinario, pero el 75% han concluido su vida útil y eso claro, que su operación genera un alto grado de inseguridad y perjudica a los usuarios que no tienen acceso a otros sistemas de transporte.

Otro golpe a la economía es el arbitrario y Nuevo Hoy no Circula impuesto desde el gobierno local, que sacó de circulación a por lo menos 63 autobuses de RTP y lo cual representa una significativa disminución del parque vehicular operable en 91 rutas y por ende, afecta al ciudadano de escasos recursos que contemplaba 2 pesos para su transporte a través del RTP.

En materia financiera, hay que recordar que desde 2011, la situación se complicó para el organismo, ya que los ingresos propios del RTP, derivados principalmente de su operación, de la prestación del servicio de transporte de pasajeros, sumaron sólo 335.2 millones de pesos, es decir, 45.4 mdp menos que los programados, según datos de la Cuenta Pública.

El problema no sólo estuvo en la caída misma de los ingresos, y por tanto en la menor cobertura de los servicios asociada a la afectación de diversas rutas por las obras viales realizadas, sino que con ello, estos recursos derivados de su propia operación apenas se situaron en 25.2% de la recaudación total del organismo, por 1,330.8 mdp obtenidos en el año.

Eso significa una profunda dependencia financiera, ya que por cada 10 pesos obtenidos, solo 2.52 pesos provienen de la operación del negocio, en cambio, 7.48 pesos se generaron en factores extraordinarios, y especialmente de las aportaciones entregadas por la administración central, equivalentes a 65.5 centavos de cada peso.

Es claro que el organismo no es capaz de soportar ni la operación básica, pues sólo el pago de la nómina (778 MILLONES DE PESOS)  vale lo doble del total de los ingresos propios (335 MILLONES); por tanto, menos aún se podrá pagar el mantenimiento del parque vehicular, que se requiere cada vez más, lo que configura al parecer un callejón sin salida para este importante medio de transporte.

Las metas de transporte del RTP han ido a la baja desde 2011(de 164 millones de pasajeros que disminuyeron hasta 120 en 2014) y los recursos siguen creciendo de manera anual (al elevarse en 326.7 millones de pesos en el mismo lapso, al pasar de 1,329.8 a 1,656.5), lo que agrava sin duda la incapacidad financiera y operativa del organismo, que no parece ir a ningún lado.

¿Cuál será el camino que adopten las autoridades este año para revertir las condiciones actuales del transporte público en la Ciudad?. ¿Irá a cambiar hacia un sistema de transporte público, seguro, rápido y eficiente?¿O será lo mismo, pero más caro?.

Diputado local PAN.

Presidente Comisión de Hacienda ALDF

@hector_saul1

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