SINGLADURA

Si hay una palabra para definir  a la ciudad de México esa es saturación. La abuela de México-Tenochtitlan está desbordada hace años. Así que no es una responsabilidad exclusiva del gobierno de Miguel Angel Mancera, sino una consecuencia de los sucesivos

gobiernos capitalinos que han dejado hacer y dejado pasar.

A la fecha, la ciudad de México rebasa los 20 millones de habitantes, una cifra que la convierte en la cuarta urbe más poblada del mundo, según cifras de las Naciones Unidas difundidas en 2014, las últimas hechas públicas por el organismo con sede en Nueva York.

Según esa fuente,  que elegí por su alta confiabilidad, el alza poblacional en la ciudad de México llevará a  23 millones 865 mil el número de habitantes en 2030, menos ya de tres lustros. Un pestañazo pues en las manecillas del reloj.

Cifras del 2014 colocaron a al capital japonesa como la ciudad más poblada del mundo con casi 38 millones de personas, seguida por Nueva Delhi, con casi 25 millones y Shanghai con unos 23 millones de habitantes. Todas estas cifras resultan, claro, colosales, abrumadoras.

Otras urbes altamente pobladas son Sao Paulo, con poco más de 20 millones y Mumbai y Osaka, ambas con una cifra por encima igualmente de los 20 millones de pobladores.

Dijo la ONU que 54 por ciento de la población mundial vive hoy en zonas urbanas y se prevé que el 66 por ciento de la población en el mundo será urbana en 2050. Una inmensidad humana que deambulará en las enormes ciudades del mundo, absorbiendo todo a su paso en forma cotidiana.  Un panorama que se anticipa abrumador sólo para el soporte físico que demandarán estas megalópolis futuras.

Un dato más,  la población urbana mundial rebasará los seis mil millones de habitantes en 2045, lo que impondrá gigantescos desafíos urbanos desde el ámbito de infraestructura, vivienda, transporte, energía, empleo y servicios básicos.

De hecho, es enteramente previsible que las 28 mega-ciudades, donde sobreviven hoy día más de 10 millones de personas,  en el mundo crezcan a  41 mega-ciudades en 2030, es decir, un fenómeno que está a la vuelta de la esquina en este siglo XXI.

Ciudad de México vive hace años una saturación humana. En  sus espacios clave prácticamente no cabe más gente. De allí surgen los dramas cotidianos de sus habitantes. Ninguna obra de infraestructura urbana soporta el crecimiento de la capital mexicana, cuyo desborde inició hace 50 años.

Todo le queda chico a más tardar 24 horas después de haberse estrenado. 

Sin embargo, los gobernantes de turno, Mancera y quienes lo antecedieron, siguen dando bandazos urbanos como si aquí no pasara nada y como si la ciudad no hubiera hace tiempo desbordado los límites de su crecimiento. Y no les importa. Esa es su responsabilidad más grave.

Señores que dizque gobiernan la ciudad, es tiempo de poner un límite ya al crecimiento de esta desfalleciente urbe. El tiempo ya se acabó. (fin)

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