De acuerdo con el consultorio ético de la Fundación García Márquez, “el periodismo de opinión se ha convertido en una lucha casi desesperada no solo para sobrevivir sino por

 conservar un margen suficiente de libertad que nos permita mantener movilizada y crítica a una sociedad a la cual se le pretende liquidar el derecho a estar informada”.
“Todo esto nos obliga a ser más responsables que nunca. El hecho de liberarnos del yugo de la presunta objetividad para fijar posiciones, formular juicios de valor y establecer conclusiones no puede estar reñido con el rigor como objetivo definitivo, situado más allá de nuestros deseos”.
“Opinar no es denigrar, ni mucho menos mentir, máxime cuando estamos en la lupa de los poderosos y de una opinión pública que, frustrada por el papel de sus dirigentes quiere y debe seguir creyendo en los periodistas”.
Los tres párrafos que definen y describen el periodismo de opinión, fueron tomados de una de las fundaciones más prestigiadas del periodismo, como es la que fundó el premio Nobel Gabriel García Márquez.
Es importante hacer la cita a propósito del caso del compañero Sergio Aguayo. La autoridad judicial quiere que pague 10 millones de pesos por presunto daño moral cometido contra un político.
Para el juzgador no es fácil resolver el alcance de un artículo de opinión, pero debe actuar estrictamente conforme a Derecho, evitar consignas o cualquier conflicto de interés, para no lastimar la libertad de expresión, que es fundamental en el ejercicio del periodismo.
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@zarateaz1