Solo un milagro haría que el próximo 10 de abril, en el ejercicio de Revocación de Mandato, acudieran a las urnas 37 millones de ciudadanas y ciudadanos, que es la cantidad que se requiere para que surta efecto.

 No hay corriente mayoritaria que pida que se vaya el actual inquilino de Palacio Nacional. Las opiniones están divididas, a tal punto que los inconformes han perdido interés por participar en el proceso, porque anticipan la ratificación de mandato, no revocación.
Por lo mismo, hay quienes consideran innecesario y un derroche hacer dicho ejercicio. Ya está aprobado y al Instituto Nacional Electoral (INE)
no le queda otra que llevarlo a cabo.
Con sus propios recursos, sin ningún apoyo económico extraordinario autorizado por diputados ni por el gobierno federal, el INE deberá cumplir con la ley.
De acuerdo con la normatividad, para que la Revocación de Mandato prospere tiene que votar el 40 % del listado nominal. En cifras redondas, 37 millones de mexicanos y mexicanas.
La probabilidad de que se alcance la cifra es casi nula. Hay que recordar que, en la consulta popular de 2021, para sancionar el desempeño de ex presidentes, acudieron a las urnas 6.6 millones.
Además, las casillas que se van a instalar, por la falta de recursos, son menos de la mitad de lo planeado.
De cualquier manera, la Revocación de Mandato es ejercicio democrático que debe de ser aprovechado, para que la gente lo conozca y sepa que puede utilizarlo cuando quiera echar del poder al gobernante que no cumpla lo ofrecido.
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@zarateaz1
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