La pandemia no es el precursor de la pobreza, la miseria se ha venido construyendo desde hace décadas y nuestro mal mayor se presenta
con un gobierno que no sabe ni entiende la lógica de la generación de la riqueza, esto es mayor educación y feroces estrategias de generación de empleo bien remunerado y para que esto suceda debe de el Estado ser el pivote que impulse obras y servicios, coordinados con inversionistas privados que no sólo apuesten y ganen, sino que generen beneficios sustanciales en los bolsillos, pero el no saber hacerlo nos está costando el que 5 millones de mexicanos hayan pasado a la pobreza laboral esto es, que no les alcance para comprar una canasta básica.
Las cifras del INEGI y de CONEVAL demuestran el que habitantes de zonas urbanas ganen mil 693 pesos al mes, en zonas rurales mil 212 pesos. Estos nuevos 5 millones de mexicanos redondean la grosera cifra de 50.4 millones en esta condición de pobreza laboral, esto es como el desastre de la línea 12 solo que en materia de empleos. No exageramos, lo del metro se vino anunciando como un hecho que tarde que temprano cobraría victimas gracias a la corrupción y falta de mantenimiento, se trata de la misma regla una que se ha cansado de anunciar que la “cuatro te” profundizó la miseria en México por la razón de que no saben cómo gobernar y mucho menos como potenciar a una nación, los paralelismos entre una obra del metro que se derrumba y un país que entra en un socavón de empleos son similares.
Todo gobierno que no cumpla con la regla de protección al empleo, que no genere las condiciones de estabilidad y que no sepa cómo reaccionar ante crisis económicas (tenemos experiencia en pasarla mal gracias a administraciones populistas), un gobierno que carezca de imaginación y decisiones realistas, sencillamente merece irse a la basura de la historia.
La pobreza laboral es el síntoma de una enfermedad que no se cura con apoyos mensuales por el contrario, viene a convertirse en una moderna “tienda de raya” de la cual esos mexicanos vivirán eternamente atados a deudas suministradas por el goteo de limosnas sin aspirar a dejar esa condición de carencia.
¿Cuando una familia en esas condiciones, podrá querer una vida diferente? Nunca, nunca bajo la ecuación de estos administradores de la pobreza “cuatroteista “.
Y no hay mayor ejemplo de corrupción en un mandato del que nos muestran estos políticos, los cuales se han rodeado de propiedades, que han realizado enromes negocios, que enloquecieron al verse las manos llenas de dinero, mientras a poco más de 50 millones de mexicanos se los lleva el diablo, tirando la moneda al aire y decidir si se van del país de mojados o se entregan a los brazos del crimen organizado.
No es regaño es Picotazo Político.
Miguel Ángel López Farías
Historiador. Director y conductor del programa radiofónico 'Urbe de Hierro', transmitido por ABC Radio 760 AM de 4 a 5pm.
Presidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT).
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