Toda vez estamos más confundidos, ni a quién creerle ni a quien apostarle. Hace unas semanas el presidente

 invitando a la población a salir de casa y el subsecretario Hugo López Gatell deseando públicamente que el mandatario se contagiara del coronavirus. Una esplendorosa época de abrazos y besos en manifestaciones y mítines en plazas públicas. De un día a otro, “no salgas de casa”. López Gatell se convierte en el vocero del sector salud y tiene la temerosa puntada de corregir a amlo en las mañaneras obligando al tabasqueño a decir al micrófono “que dijistes”. Interviene la esposa del presidente y en actitud de perdonavidas empieza a regañar en las redes sociales, luego pide no transmitir “fake news” (you know?) pero es su propio esposo quien cae en contradicciones, imprecisiones y mentiras. Asegura el Ejecutivo que no se despedirá a nadie en el sector gubernamental y hay casos documentados de liquidaciones fuera de la ley en el ISSSTE y en Notimex por citar dos ejemplos y el mandatario ante las evidencias lo niega, pero frente al despido de médicos especializados desde antes y durante la pandemia, hoy llaman a galenos cubanos y llegan insumos médicos desde China (ambos países socialistas, curioso) comprados 30 veces más caros. En las últimas horas López Gatell estima que en el país suman alrededor de 26 mil contagiados de coronavirus pero el presidente insiste, advierte que la rifa del avión presidencial “va” para el 15 de septiembre. A los empresarios que ha calificado como “delincuentes de cuello blanco” o “la mafia del poder” primero los llama a cenar a tamales para la cuota obligada para la rifa de la aeronave, luego los invita a comer para armar un plan de contingencia económica en un momento que calificó de tregua, en su primer informe del 2020 los vuelve a llamar “conservadores” y además ataca a los medios de comunicación, y advierte que la cooperación industrial está ligada al tamaño de sus deudas fiscales. El precio del petróleo se desploma y amlo dice que él bajó en un 30% el valor de las gasolinas cuando en su sexenio se ha registrado el valor histórico más caro de los combustibles y la mayor devaluación de la moneda, el peso. En este sexenio, también de manera histórica se ha sumado el más estremecedor número de desempleados aún antes de la pandemia pero él dice que se crearán 80 mil fuentes de trabajo en el Tren Maya. Y hay muchas dudas, muchas pero la respuesta es que la crisis mundial sanitaria “nos cae como anillo al dedo” sólo para, dice, fortalecer sus programas de la “transformación” y si los datos o peticiones, o quejas no coinciden entonces “de qué quieren su nieve de limón”. A los soldados mexicanos los envían a enfrentarse con gatilleros lo mismo en Sinaloa, Guerrero, Veracruz, Guanajuato, Michoacan o Tamaulipas pero él, el presidente se va a comer con la familia del narcotráficante hoy por hoy más peligroso y sanguinario del planeta. Fue un detalle con una anciana (la mamá del Chapo) olvidando su obligación constitucional y menospreciando a todas, si todas las víctimas directas del Cartel de Sinaloa, incluyendo a los militares. Por cierto también las cifras históricas y dramáticas de homicidios es en este sexenio, pero la culpa la tiene el pasado y el que violen, torturen a asesinen a una niña como Fatima es producto del neoliberalismo o la lucha de las mujeres por salvar su integridad se debe a un movimiento “disfraz de los conservadores”.Todo esto indica, en dígitos fríos y contundentes que la confianza y respaldado popular a amlo ha caído a una 40% recibiendo fundamentalmente el rechazo de las mujeres, jóvenes y empresarios. Ya lo dije, no sé si el reciente informe en Palacio Nacional fue un acto premeditado de un ególatra y protagonista que no admite mayor lucimiento que el propio o en verdad, y es preocupante, el presidente ya está solo.