He asegurado que es muy triste para este país que la nota más importante es saber si el presidente usó o no un cubrebocas,

 pero es igualmente lamentable que hoy la sociedad entre en debate acerca de que si se debe golpear a un ratero dentro de un transporte público o no hacerlo a consecuencia de una evidente ausencia del Estado de Derecho. No sólo es el creciente número de muertos en este país, sino que a razón del desempleo, se corre el grave riesgo de fortalecer los actos delincuenciales. Y aquí entra la moral pública. Si usted tiene la oportunidad de golpear a un asaltante lo haría? Pero qué sucedería si usted si se entera que ese atracador lo hace ante la necesidad de ganar recursos ante una emergencia médica, digamos por coronavirus. Hasta dónde la ira social puede llegar lastimando a un delincuente. Seríamos capaces de incluso matarlo? Y mientras dónde está la policía, la guardia nacional o cualquier tipo de uniformado?. Por la crisis económica que atraviesa el país vemos en casi todas las esquinas la multiplicación de limosneros, cantantes, limpiaparabrisas, payasitos, inválidos, enfermos y todo tipo de sujetos que se acercan a la caridad pública para sobrevivir las próximas horas. Ellos están a punto de atravesar la delgada línea hacia la delincuencia por desesperación. Pero nada justifica que ante un delito prevalezca la impunidad. Quien sea y como sea debe haber una sanción para todo aquel que violente la disciplina legal de la nación. Pero no sucede así. En ocasiones nos enteramos que es la misma policía quien alerta, previene o informa a los asaltantes en dónde y cómo actuar. Muchos de los maleantes por la mañana son policías y por la tarde asaltantes, y otros tantos desde escritorios públicos ocultan o exhiben casos de acuerdo a los billetes recibidos. Y eso está ocurriendo así el presidente diga que porque el es supuestamente honesto los demás seguirán su ejemplo aún siendo miembros activos de un pueblo sabio y bueno. Y pregunto, cómo es que continúan robando casas/habitación bandas de colombianos que periódicamente cambian sus puntos de ataque, primero la Narvarte, luego las Lomas, ahora el Pedregal. Que no hay control migratorio? No hay reincidentes que reciben la preliberacion? Desconocen las autoridades los movimientos de estos vándalos? . No dudo que estemos próximos a linchamientos masivos. En colonias, por ejemplo, por la salida a Cuautla en Xochimilco, en diferentes balcones y ventanas hay advertencias a los asaltantes de que si los atrapan los matan. Así que queda vigente el cuestionamiento, que haría usted frente a un ratero, en donde sea, si tiene la posibilidad de defenderse? Llama a la policía o aplica la justicia por propia mano.

*Presidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y tv
*Conductor del,programa Va En Serio MexiquenseTV canal 34,2