Lagos de Moreno, en Jalisco, se convirtió en una réplica fiel de otras, muchísimas, zonas del territorio mexicano

gobernado por el crimen. Las crónicas de mi compañero Héctor Herrera fueron más que ilustrativas. De hecho, recibió la orden de regresar a la CDMX por estar en alto riesgo su seguridad personal y la de su camarógrafo. La desaparición de jóvenes no es un caso ni un hecho aislado. La repetición de violaciones a la ley es cotidiana. Grupos como CJNG, Sinaloa, los ardillos, los rojos, los motonetos, Tláhuac, Tepito, Santo Domingo y otros más ganan poder ante un gobierno ausente o cómplice. Alejandro Encinas en cinco años no ha podido demostrar nada de Ayotzinapa y los crímenes masivos se le multiplican en un escritorio manejado más por la política sumisa que por el servicio a la nación. Guerrero, Veracruz, Quintana Roo, Jalisco, Sinaloa, Zacatecas, Sonora, Tamaulipas, son Entidades peligrosas. Pero más allá, ahora el impacto es mayor. En España no hace mucho detuvieron a sicarios mexicanos en actividades de narcotráfico y lavado de dinero. En Estados Unidos califican de terroristas a los matones nacionales. En Ecuador un candidato a la presidencia, hoy muerto, le mandó un mensaje directo al presidente de México para que atendiera sus responsabilidades en relación al control de los narcotraficantes. Pero aquí la política es de terciopelo: o no se habla de estos temas o se piden abrazos y nalgadas. No hay mando ni interés por atacar este problema. La gran incógnita es saber de qué hablan en las reuniones de madrugada del equipo de seguridad nacional de la presidencia. Cada hora desaparece un mexicano, el feminicidio y los asesinatos se multiplican. Llegar al extremo de reclamar seguridad para nuestras familias no es “politiquería” ni actitud de “provocadores” ni reflejo de añejos conservadores. Es una exigencia constitucional y una obligación de gobierno. Los transportistas del país ya no solamente son asaltados y quemadas sus unidades, a ellos, a los choferes los secuestran, los humillan y los asesinan. Ante evidentes pruebas de la colusión de gobernantes con el crimen, la respuesta del presidente es que no hay que acusar tan fácilmente, si como él lo hace, sin pruebas atacando a periodistas o a opositores, vaya hasta una sección en sus mañaneras estableció para denostar. México está pagando muy caro el precio por mantener una estrategia fallida, equivocada, simplista de seguridad nacional. Somos un país en donde a los soldados los mantienen en tareas de albañilería y a los marinos cuidando aviones. En tanto en las carreteras los asaltos a automovilistas dejan ver la nula actividad de la Guardia Nacional que ni siquiera es capaz de liberar las casetas de peaje secuestrados en sus narices por encapuchados armados. Vamos a ponerle una prueba al exgobernador Manuel Velasco y el actual mandatario de Veracruz, Cuitláhuac García, para que nos expliquen cómo fue que encañonaron al chiapaneco. Lagos de Moreno es una ciudad ubicada en la región Altos Norte, en Jalisco. Es cabecera del municipio homónimo. Fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación - Zona de Monumentos Históricos, por el Instituto Nacional de Antropología e Historia en 1989 pero hay esta convertida en territorio sin gobierno.

CARLOS RAMOS PADILLA

@cramospadilla
*Conductor del programa VaEnSerio mexiquense tv canal 34.2, izzi 135 y mexiquense radio