Pisamos terrenos muy resbaladizos. Ya está en debate internacional si México merece o no ser sede del Mundial
de fútbol y también protagonizar la ceremonia inaugural. Las razones son válidas, preocupantes y reales. Nuestro país continúa siendo calificado como narcoestado por varios gobiernos, la prensa nacional e internacional dé cuenta de la violencia generalizada, continúan los atentados y asesinatos contra funcionarios, periodistas y abogados, hay sensaciones internacionales muy severas contra el Aeropuerto "Internacional" Felipe Ángeles, AIFA, la infraestructura urbana en la capital deja mucho que desear, hay anarquía en el transporte público, amenazas de la Cordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, CNTE de bloquear el evento y sin el pleno conocimiento de cómo se lleve a cabo el sorteo. ¿Qué pasaría si Ecuador, Perú y España tuvieran que jugar en nuestro país? (crisis diplomática con Ecuador y Perú y “pausa” en las relaciones con España). Entendemos que a la Asociación Internacional de Futbol, FIFA le interesa su negocio, los patrocinios, 6 mil millones de televidentes, 16 ciudades sedes, derechos de transmisión, imagen, ingreso por ventas y entradas, pero aún así entienden que no pueden poner en riesgo un evento de esta magnitud, a razón de la participación del crimen organizado, incluso en la asistencia a los partidos (recordemos la balacera en el estadio Corregidora el 5 de marzo del 2022), la balacera el 15 de agosto en el estadio Cuauhtémoc, adicional al reciente asesinato de un aficionado en el estacionamiento del Olímpico Universitario. Autoridades, lo he publicado, estiman que cada 4,7 semanas hay un acto violento en los estadios mexicanos. Pero más allá, en el graderío, la presencia mexicana es sancionada en el mundo por su grito homofóbico y su comportamiento con lo que se conoce las porras. De igual manera estamos acostumbrados a ofender a la autoridad (árbitros) los jugadores continuamente engañan con trampas y aparentes faltas en el desarrollo del encuentro, y el público más que aplaudir al equipo que metió gol se burla de aquel que lo recibió. Es más hasta la mística y filosofía que presume uno de los equipos es el “ódiame más”. Qué lejos estamos de el alto grado cívico de los japoneses que al ser eliminados en el último Mundial dejaron en los vestidores origamis y frases de gratitud al país anfitrión mientras su connacionales en tribuna se dedicaban a limpiar las gradas de aquella basura producida. En cambio México mantiene hasta controversias y disputas con sus dos socios americanos y fronterizos más importantes - Estados Unidos y Canadá- colocando en duda la aprobación comercial de sus tratados. Nos gustaría, si, ser anfitriones por tercera ocasión del Mundial de Furbol, pero en verdad no lo merecemos, vamos hasta nos reconocen por la amplísima corrupción de las autoridades con el comercio ambulante, la renta de banquetas y espacios de propiedad privada como estacionamientos y por si fuera poco a unos metros de. estadio Azteca - increíble- hay un depósito urbano de basura en donde se seleccionan toneladas de desperdicios.
CARLOS RAMOS PADILLA
*Conductor del programa VaEnSerio izzi 135 y radio mexiquense. Meganoticias, TVC