Los atacantes intentaron tomar el control del cuartel del servicio de inteligencia de la fuerza aérea, pero fracasaron. Hicieron explotar una poderosa carga subterránea en el edificio, tras lo cual se enfrentaron con los militares, afirmó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña.