España, 18 de diciembre 2023--La idea de estos consejos sobre el cuidado de las personas con alzhéimer
en navidad es preservar sus hábitos durante las reuniones familiares con el objetivo de lograr que se sientan cómodas.
Por otra parte, involucrar a los afectados en las tradiciones familiares contribuye a crear una sensación de pertenencia y puede ayudar a estimular recuerdos y emociones positivas.
La Fundación Pasqual Maragall ofrece estas recomendaciones y orientaciones ante las dificultades para gestionar los cambios de rutina en estas fechas navideñas. Se trata de pasar estos días festivos con la mayor armonía posible procurando el bienestar de todos.
La doctora Nina Gramunt, neuropsicóloga experta en formación y divulgación de esta Fundación, explica: “En estas fechas, en las que la rutina se ve interrumpida, las personas con alzhéimer pueden sentirse más desorientadas de lo habitual”.
“Cuidar a alguien con la enfermedad -prosigue la doctora Gramunt- requiere comprensión, paciencia y apoyo constante. Por eso, es fundamental tener presentes tanto las necesidades de las personas afectadas por esta enfermedad neurológica, como las de quienes les cuidan, con especial énfasis, en estos días”.
Estos son los consejos que propone la Fundación Pasqual Maragall:
Informar a toda la familia, también a los más jóvenes, del estado de la persona afectada
En muchas ocasiones, no todos los miembros de la familia conocen el estado real de la persona con alzhéimer. Es crucial ofrecer pautas para que actúen con ella de manera natural y sin temor.
Colaborar para que la persona cuidadora descanse
A este respecto, la doctora Gramunt señala: “El alzhéimer es una enfermedad con un fuerte impacto en la estructura familiar, ya que en el 80 % de los casos, el rol de persona cuidadora principal recae en un miembro de la familia, quien asume una media de 70 horas semanales de dedicación”.
En este contexto, es recomendable que el resto de los familiares colaboren en los preparativos y compartan la responsabilidad de los cuidados durante estas reuniones, permitiendo así que todos puedan disfrutar de las festividades.
Involucrar a la persona con alzhéimer en las tradiciones familiares
Se aconseja mantener las tradiciones familiares e involucrar a la persona con alzhéimer en ellas, siempre y cuando no le genere malestar o frustración, y adaptando su participación al grado de afectación que presente.
Por ejemplo, puede colaborar en los preparativos de las comidas, en la creación o colocación de elementos decorativos, cantar o escuchar villancicos.
Este tipo de actividades pueden favorecer la recuperación de recuerdos y emociones positivas, pero también negativas o que induzcan a la melancolía, en cuyo caso es recomendable acompañar afectuosamente a la persona y tratar de cambiar la actividad por otra que la pueda animar.
Respetar la rutina es esencial
Aunque en estas fechas festivas es común empezar las comidas más tarde y prolongar las sobremesas, es básico mantener ciertos hábitos de la persona con alzhéimer.
Por ejemplo, procurar que los elementos estructurales del día a día se mantengan en su orden habitual; la secuencia de levantarse, desayunar, higiene, vestirse… También es importante tratar de respetar el descanso que precise y es necesario disponer de un tranquilo para que pueda hacer la siesta o relajarse si se siente confusa o abrumada.
En cuanto a los menús, hay que tener en cuenta las posibles dificultades de la persona con alzhéimer, tanto por el manejo de los cubiertos, como de identificar alimentos o preparaciones no habituales, por disminución de apetito o, por el contrario, de dificultades para percibir las señales de saciedad. Por ello, se aconseja supervisar lo que come, pero con suficiente flexibilidad como para permitir que disfrute de las comidas en estas fechas.
Los niños son un estímulo positivo
Además de un estímulo positivo, los niños son una oportunidad para fomentar su relación.
Sin embargo, es necesario regular esta interacción, ya que la energía de los más jóvenes podría abrumar o cansar en exceso a la persona con alzhéimer.
En este sentido, los adultos deben colaborar, informarles de la situación para favorecer una mejor interacción y la comprensión de sus dificultades, y también estar presentes para intervenir si es necesario.
Mantener la calma y disfrutar de la familia
En algunas ocasiones, los afectados de alzhéimer pueden comportarse de manera socialmente inapropiada, lo cual puede resultar desconcertante. Ante este tipo de situaciones es crucial entender que no somos responsables de su comportamiento y actuar distrayendo a la persona afectada redirigiendo su atención hacia otras actividades, conversaciones o estímulos.
Evitar confrontaciones durante las comidas familiares
Es importante tener en cuenta que la persona con alzhéimer puede no recordar posteriormente los detalles de la discusión, pero sí puede sentir las emociones negativas que se experimentaron durante ese momento. Así pues, lo ideal es procurar evitar que se produzcan este tipo de situaciones o tratar de reconducirlas.
El alzhéimer en cifras
Actualmente, se estima que el alzhéimer y las demencias afectan a 900.000 personas, cifra que se traduce en una de cada 10 de más de 65 años y un tercio de las de más de 85.
Estas patologías son una de las causas principales de mortalidad, discapacidad y dependencia.
Si no se encuentra una cura efectiva y con la esperanza de vida en aumento, en el año 2050 el número de casos podría triplicarse en el mundo, superando el millón y medio de personas solo en España, un hecho que podría llegar a colapsarlos sistemas sanitarios y asistenciales, añade la Fundación Pasqual Maragall.