Otra fosa clandestina en Veracruz; 10 mil restos humanos
El proceso era simple, metódico y macabro. La persona era casi siempre entregada por la policía, después ejecutada de un balazo en la cabeza. Luego, las extremidades de su cuerpo eran separadas con un hacha para sumergirlas en un tambo con diésel ardiendo. Los fragmentos que quedaban, eran introducidos en una trituradora de caña.