
Todo está listo para la celebración de la Asamblea Nacional Extraordinaria de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), creada en 1936 y convertida en pieza funcional del sistema político mexicano, cuyas estructuras se han desgastado por el paso del tiempo, pero que mantiene la línea de la unidad sindical, la interlocución con el gobierno federal y alejada de las fricciones con el poder gubernamental y manteniendo su antagonismo histórico con el sector patronal, bajo la línea de preservar la planta productiva y el empleo y cerrando el paso al golpeteo sindical