
Un equipo de científicos del Centro Espacial Johnson en Houston, y del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) en Pasadena, California, ambos de la NASA, han encontrado evidencias de agua y marcas que pudieron haber sido producidas por organismos biológicos en el pasado a lo largo de un meteorito marciano encontrado en la Antártida. El hallazgo ha reavivado el debate en la comunidad científica sobre la vida en Marte, pero los investigadores, cautos, no descartan que esas grietas y microtúneles hayan sido formadas por causas químicas no biológicas.