LOS BURREROS, PEONES DEL NARCOTRAFICO
Por el suelo seco y blanquizco caminan y dejan su huella, marcada por varios kilómetros, hombres empapados de pies a cabeza por largas exposiciones al sol que penetra y quema la piel hasta adquirir tonos más oscuros, lo que les provoca unas ganas insaciables por beber unas cuantas gotas de algún líquido fresco.