Cuando Estados Unidos retira visas y congela cuentas bancarias, no es una decisión menor ni un simple trámite diplomático:
es un mensaje contundente de “Se acabó la impunidad, vamos por ellos”; cuando los destinatarios de ese mensaje son los Gobernadores de diferentes entidades del país como Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda junto con su muy criticado marido Víctor Manuel Castro Cosío, ó el siempre polémico Gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, quién aún no confirma/confiesa que también le fué retirado el documento, seguro de la mano del congelamiento de sus cuentas, que también saldrá a negar igual que su compañera Morenista, la existencia de las mismas en Estados Unidos, entonces el eco resuena más allá de las fronteras, sacudiendo las fibras más sensibles de la política mexicana.
No se trata de una medida cualquiera. El retiro de visas y el congelamiento de activos implican que el gobierno norteamericano tiene razones fundadas para considerar que hay indicios de corrupción, lavado de dinero o vínculos con estructuras de poder opacas e ilícitas. Estas acciones, que podrían verse como extraterritoriales, son también el reflejo de un vacío interno: la ausencia de un sistema efectivo de contrapesos, de una Fiscalía General que actúe con autonomía y de un Poder Legislativo que cuestione, investigue y exija rendición de cuentas, sin importar los colores partidistas y ya que esto claramente está sucediendo en México, el Gobierno de Trump no tiene empacho en actuar contra los que cuenta la leyenda, son parte de una “Lista de Marco” (Por Marco Rubio, el Secretario de Estado Norteaméricano, que vaya que entiende de estos temas)
Dicha lista bien podría ser una “Lista de amigos del Narco”, se dice que además de los dos Gobernadores que sacaron los primeros boletitos en la rifa de los que ya no podrán ir a Disneylandia, están también los Gobernadores de Sonora, Nuevo León, Michoacán, evidentemente el multiseñalado Gobernador Rubén Rocha Moya, de Sinaloa, al que repidamente fué a defender Andy, el ex Gobernador de Jalisco Alfaro, el Senador Adán Augusto López y el Diputado Ricardo Monreal, Coordinadores ambos de las bancadas de MORENA en el Senado y en el Congreso, respectivamente; al Secretario de Educación y de acuerdo a lo que se viene mencionando en medios y en el círculo rojo hace un par de semanas, también a los tres hijos mayores del ex-presidente, si esto resultara cierto, la mitad de los gobernadores de Morena y Movimiento Ciudadano están comprometidos y el Sistema Político Mexicano a punto de implosionar.
El silencio del Gobierno Federal ante este escándalo es, inaceptable. La Presidenta debe salir a poner las cosas en claro, llamar al recien estrenado Embajador de los Estados Unidos, que parece ser un personaje mucho mas duro y menos afin que los anteriores, pedir las acusaciones que llevaron al gobierno americano a retirar visas y de ser ciertas las versiones del castigo gringo ante la impunidad mexicana, dar un golpe en la mesa… o varios y tomar acciones certeras, por un lado exigiendo acusaciones formales para los señalados si las tienen los americanos y ella confia en los funcionarios, ya sea para redimirlos o para después de un debido proceso, condenarlos, en el entendido de que ella no nombro a los gobernadores, no tendría por que protegerlos, no son su responsabilidad, los eligieron en sus estados y que si estos tienen en realidad vinculos con el Narco, pues que enfrenten acusaciones, investigaciones y si a si lo merecieran paguen con el cargo y carcel sus culpas, lo malo es que de resultar culpables, también está en la lista la cúpula Morenista y algunos funcionarios que ella nombró.
La narrativa del “ataque a la soberanía” o de la “persecución política” no alcanza a sostenerse si los datos, las investigaciones financieras internacionales y las alertas bancarias pintan una realidad muy distinta. Lo que está en juego no es solo la imagen de un par de mandatarios locales: es la credibilidad del Estado mexicano.
En un país donde más de 130 mil personas han sido asesinadas en este sexenio, donde los gobernadores concentran poder y recursos sin supervisión efectiva, y donde los procesos de fiscalización son una farsa disfrazada de legalidad, la intervención indirecta de Estados Unidos deja al descubierto una verdad incómoda: somos incapaces de investigarnos a nosotros mismos.
No es la primera vez que Washington actúa donde México se paraliza. Ya ocurrió con García Luna, con Tomás Yarrington, con Javier Duarte, con el general Cienfuegos. Hoy, la historia se repite, y la sociedad mexicana, una vez más, se entera de los excesos del poder, no por su prensa nacional ni por sus instituciones de justicia, sino por los tribunales, reportes y sanciones extranjeras.
¿Dónde están los organismos de control? ¿Dónde el Congreso local y federal? ¿Dónde el propio partido gobernante que, en su cruzada contra el pasado, guarda silencio sepulcral cuando el presente se pudre desde adentro?
El retiro de visas no es solo un castigo individual: es un espejo moral. Y lo que refleja no es un rostro de justicia, sino el retrato de una nación atrapada en la simulación, donde los poderosos se protegen entre sí, mientras la justicia se aplica solo a los vencidos.
No hay soberanía sin legalidad. No hay justicia sin transparencia. Y no habrá transformación real si la rendición de cuentas sigue dependiendo de otro país.
Si me preguntan a mí, esta es la gran oportunidad de la Presidenta Sheinbaum de liberarse de la retorica del pasado mas allá de su cambio de rumbo del ”Abrazos no Balazos” puede agarrarse de esta movida en el tablero de los americanos, para deshacerse de las malas prácticas del Gobierno de Andrés, demostrar que su gestión no depende del Narco y de paso, realmente acomodarse bien la Banda Presidencial y consolidar su Gobierno.
Dejo aquí la pregunta de ¿Cómo estaran durmiendo los otros nombres de la lista de Marco estos días? Habría que pedir a Wikileaks que saque las antenas con las transferencias a paraísos fiscales de algunos mandatarios estatales que deben haber pasado las noches en vela con sus asesores financieros, Y la segunda cosa que me queda en duda, es si no se habrán presentado ya otras lindas notificaciones de cancelación de visa a mandatarios con un poquito mas de experiencia política, que no salieron a medios a chillar por que ya no pueden ir de shopping a San Diego.