Monreal, morena y la lealtad

MARIO DELGADO, PRESIDENTE DE MORENA:

"La dignidad de la naturaleza humana requiere que enfrentemos las tormentas de la vida": Mahatma Gandhi

La primera noticia seria que tuve de Ricardo Monreal fue allá por 1998, cuando tuve acceso a un estudio de opinión pública que el tricolor mandó hacer ante el temor de que este candidato perredista ganara la gubernatura de Zacatecas.

No recuerdo la razón por la cual el PRI, su partido hasta entonces, le negó la postulación, siendo que había tenido una trayectoria brillante; tampoco recuerdo quién fue el postulado tricolor.

Lo que sí recuerdo claramente es que su campaña fue estupenda porque su oferta correspondía perfectamente a las demandas y pesares de los zacatecanos: que los hombres no migraran. Las poblaciones se habían quedado sin varones; no había padres, esposos, hermanos, hijos, ni novios. En fin, familias rotas y dificultades para formar nuevas.

La situación de Zacatecas era tan deplorable, que todo lo bueno que Monreal hizo lució el doble. Y mientras gobernaba, obtuvo su doctorado en Derecho Constitucional.

La siguiente vez que Monreal atrajo mi atención periodística fue en 2017, cuando su partido, MORENA, le negó la candidatura por el Gobierno de la CDMX, pese a su cercanía con Andrés Manuel López Obrador.

“¿Qué sigue?, me preguntan simpatizantes, periodistas y ciudadanos,” escribió en su sitio web en 2017. “La indefinición no puede prolongarse, ni mantenerse al infinito. En los próximos días resolveremos, a partir de la respuesta oficial que formule la directiva de Morena.“

En ese entonces mucho se especuló sobre su renuncia al partido guinda, el cuarto al cual pertenecía, dejándole como única opción el PAN y eso era impensable.

¿Por qué no le dieron la candidatura de la CDMX? Me atrevo a suponer que desde antes de que iniciara la 4T, la pre-pre-precanditatura de Claudia Sheinbaum ya estaba en la mente de AMLO. Monreal acompañó al ahora presidente en muchas batallas, siempre con mente propia, pero desde el gobierno de la capital hubiera sido imparable. Desde el Senado… pues no tanto.

Finalmente llegó Cámara Alta, por segunda vez en su vida, para coordinar a su bancada y “dar institucionalidad a la 4T”, según me dijo un colaborador. Y tal vez este ha sido el error de Monreal.

En el Senado, don Ricardo ha cumplido con apoyar al presidente, pero también ha alertado sobre los excesos, ingenuamente creyendo  que en la mente lopezobradorista existe la división de Poderes y la institucionalidad.

En enero de este año y después de que AMLO destapara a sus “corcholatas”, el senador Monreal advirtió que los movimientos transformadores y revoluciones llegan a fracasar, “porque quienes las llevaron a cabo fueron incapaces de sostener principios y renovar democráticamente las dirigencias de sus movimientos,” en clara referencia a la muy adelantada sucesión presidencial de la cual ha sido constante y groseramente ignorado.

Las fotografías siempre lo muestran sonriente y tal vez en ese ánimo jocoso llegó a declarar que él era “el arma secreta” del presidente, ese mandatario que aseguró que ya no habría “dedazos”, ni “tapados”, porque “las cosas ya no son como antes”. Es cierto, ahora son “corcholatas” y en vez de dedo tenemos “destapador”. ¡Oh!, gran evolución democrática tenemos.

Las últimas semanas de Monreal han estado cargadas de burdas groserías hacia su persona que, torpemente, los autores extendieron al resto de los senadores morenistas. Me refiero al plantón que le dieros varios funcionarios del gabinete y las “corcholatas”. En el colmo de la ignominia, uno de sus correligionarios le echó en cara haberse distanciado del presidente.

Por su parte, Monreal tuvo en sus manos la posibilidad de quedarse con la presidencia del Senado, pero rehusó, tal vez a sabiendas de que ese paso sería un camino sin retorno. Ayer mismo, durante la reunión con el secretario de Gobernación para discutir la agenda legislativa morenista, refrendó su lealtad al presidente.

Ricardo Monreal ha expresado en varias ocasiones que el límite de su lealtad es su dignidad. Olvida que Andrés Manuel exige lealtad total a sus colaboradores, pero no la da; y la dignidad de sus floreros y corcholatas pues quién sabe dónde la ubicará.

Leopoldo Mendívil

Investigación: Upa Ruiz This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it. 

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