Llegó la hora de los migrantes

R. MARCELO EBRARD CASAUBON, SECRETARIO DE RELACIONES EXTERIORES:

"Los problemas de la realidad no se enfrentan con suspiros": Julio Cortázar

El estado fronterizo de Texas se prepara con elementos de la Guardia Nacional estatal y helicópteros de alta potencia, para hacer frente -francamente hostil- al incremento de la ola migratoria que se avecina.

La urgencia se debe a que en un par de días expira el Título 42, el cual imponía medidas muy restrictivas de inmigración hacia EUA so pretexto del COVID-19. Sin embargo, la expiración de la medida no significa que haya una mejor acogida en EUA y mucho me temo que la gran mayoría de los migrantes que llegan a México no lo saben.

Como se recordará, la administración Biden hizo un cambio en su política migratoria, básicamente orientada a más o menos ordenar el flujo de extranjeros y disminuir las entradas ilegales. Ello supone que los solicitantes de residencia y/o de asilo, deben aplicar en sus países de origen y de ninguna manera venirse directo hacia el Río Bravo; si lo hacen, en automático serán rechazados. México cooperará con la nueva disposición al recibir mensualmente 30 mil personas que sean devueltas por el vecino país, por no ser elegibles.

Del lado estadounidense, la situación está complicada. El gobierno federal ordenó el despliegue de mil 500 soldados en los puntos de paso frecuente de su frontera sur, algo verdaderamente inusitado, pues las fuerzas armadas solo se ocupan en situaciones de guerra. Imagino -pero solo imagino- que fue una medida política para tranquilizar a los gobernadores de los estados fronterizos.

La obtención de visas de trabajo o de asilo está complicada. Según cifras oficiales, de 2016 a 2020 el número de visas otorgadas cayó 60 por ciento, lo cual no son buenas noticias para los migrantes, incluso para los que cuentan con alto nivel de educación. Ante tal situación, la administración Biden eliminó algunas limitantes para el otorgamiento de visas, como provenir de un país no amigo (Cuba, Venezuela, Irán) y permitir la entrada “bajo palabra” en lo que el estatus del solicitante se decide.

Sin embargo, existe un gran rezago en el procesamiento de solicitudes por razones burocráticas; ya se sabe, burocracias hay en todo el mundo. Es más, migrantes que ya contaban con visa de trabajo, deben esperar entre nueve y once meses para renovarla.

EUA calcula necesitar, en lo inmediato, alrededor de tres mil millones de dólares para la atención a migrantes, lo cual es un montón de dinero en un año pre-electoral y con una opinión pública tan negativa respecto del tema. Como usted sabe, doctor Ebrard, la sociedad estadounidense tiene un fuerte recelo hacia los migrantes, al punto de creer que más tarde o más temprano van a manejar el país. En una encuesta realizada el mes pasado, 87 por ciento de los estadounidenses responsabilizó al gobierno de Biden de lo que ven como una crisis migratoria (The Washington Examiner).

Vaya paradoja, porque EUA necesita desesperadamente de gente nueva. Actualmente hay 50 trabajadores por cada 100 vacantes, lo cual ha generado un fuerte incremento en los salarios y, en consecuencia, en la inflación. Los patrones no encuentran quién trabaje en la construcción, las tiendas de conveniencia, los restaurantes de comida rápida y la industria manufacturera, espacios donde los migrantes se ubicarían rápidamente.

Del lado mexicano, creo que la cosa está peor. Si usted sabe algo, doctor Ebrard, cuéntenos, porque no he visto noticias sobre cómo se prepara nuestro gobierno para recibir cada mes a las 30 mil personas devueltas y al gran número de migrantes que vendrán las siguientes semanas, ya sea con o sin aplicación previa. Eso sin contar con los varios miles de migrantes que ya se encuentran en nuestras ciudades del norte, hacinados en refugios y campamentos a reventar; con el agravante de que el Instituto Nacional de Migración está en pleno rediseño y su director siendo investigado, además de que la administración lopezobradorista pretende eliminar a la Comisión Nacional de Refugiados.

Como la 4T es un dechado de ocurrencias, algo se le ocurrirá de aquí al domingo o al lunes próximos o a ver cuándo.

Total, los mexicanos somos requetequerendones y hospitalarios…

Leopoldo Mendívil

Colaboró: Upa Ruiz This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

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