Partidos Políticos: ni con ellos ni sin ellos

MARKO CORTÉS, Presidente del PAN; ALEJANDRO MORENO, Presidente del PRI:
"No hay tal cosa como un voto que no importe": Barack Obama

Me sorprende que ninguno de ustedes haya tenido la más mínima muestra de autocrítica en relación con los resultados de las elecciones en el Edomex. Aducen que Alfredo del Mazo fungió de holograma durante la campaña; curioso, porque es lo que la ley marca, aunque en esta época de cinismo morenista ya todo se vale.

Es tema recurrente en las mesas de análisis la crisis que viven los partidos políticos en el planeta entero y los dirigidos por ustedes no son la excepción. Sin embargo, algo que es evidente para todo el mundo parece que no lo es para ustedes, pues dan la impresión de conducirse como si estuviéramos en los años 50 del siglo pasado. Pareciera que, como saben que sus partidos son necesarios para el funcionamiento de nuestra democracia, no ven necesario evolucionar a la par de la realidad del siglo XXI.

Tanto el PAN como el PRI han sufrido reveses serios en las últimas décadas; no obstante, han sido incapaces de crecerse al castigo y llevar a cabo una renovación de su ser y hacer.

Cada vez hay más volatilidad en el electorado y menos identificación partidista, para no hablar de la casi desaparición de la filiación. No soy politólogo como para saber si esto se debe a la dilución de las ideologías, a la complejidad de la vida moderna o una invasión extraterrestre, pero ahí está el fenómeno. A lo anterior se suma que las organizaciones de la sociedad civil (OSC) les han “robado” las causas ciudadanas y ustedes no han sabido conectar ni con dichas organizaciones, ni hacer suyas las causas.

En este punto el problema se hace más complejo, pues mientras una OSC se orienta a una causa en particular, un partido debiera retomar las muchas causas de la ciudadanía y así mantener su representatividad. Esto no ha ocurrido con el blanquiazul ni el tricolor.

La ineficiencia y la corrupción también han hecho mella en el interés de la gente hacia sus partidos. La primera tal vez la podamos medio perdonar, pero la segunda es inaceptable e insultante. Cuando han estado en el poder no han exigido un comportamiento digno de sus funcionarios, como tampoco han hecho un reconocimiento público de sus fallas.

Otro factor de desgaste ha sido que últimamente sus respectivas organizaciones han perdido la capacidad de procesar sus disputas internas fuera de los reflectores, lo cual va en su demérito como instituciones consolidadas. Cuando el tricolor perdió la Presidencia, la lealtad interna se resquebrajó inevitablemente ya que obedecía a una persona repartidora de incentivos (cargos y cotos) y no a los principios que sus militantes declaraban defender.

El PAN tuvo una historia distinta, pero con los mismo resultados funestos; hemos visto dirigentes blanquiazules agandallando el poder y el cargo para imponer candidatos inviables, mientras sus militantes se desbandan.

Han pasado 23 años desde la primera alternancia del poder y sus partidos siguen sin encontrar la cuadratura al círculo como para salir de la crisis de representatividad. Y permítanme decirlo: son ustedes, los de los partidos anquilosados, los que contribuyen al desencanto que hoy vivimos hacia la democracia.

El martes pasado, en este mismo espacio, me preguntaba cómo es posible la alta aceptación de MORENA entre la población, pese a sus evidentes fallas en atender los principales problemas de la población y echar a perder lo que medianamente funcionaba.

Más allá de la posverdad emanada todos los días desde la mañanera, hay que reconocer que Andrés Manuel –como todo buen populista- ha dado a la ciudadanía un cierto sentido de pertenencia. AMLO, pese a sus muchas falacias y fallas como gobernante, dice lo que muchos ciudadanos quieren gritar y les ofrece esperanza… falsa, pero al fin esperanza.

De ninguna manera estoy por el camino fácil tomado por la 4T; genera muchos votos en el corto plazo, pero solo Dios sabe cuáles serán las consecuencias cuando los electores despierten del ensueño.

El problema que veo es que ustedes parecen no ofrecer esperanza alguna, ni falsa ni verdadera; no veo una oferta sólida. Llevan meses hablando de la alianza y no he leído una sola línea sobre el programa de la coalición. Están caminando en círculos viéndose el ombligo.

En fin, don Alejandro, don Marko, tienen muchísimo trabajo por realizar en escasísimo tiempo, si no quieren que sus partidos se vean totalmente arrasados por la marea guinda, al punto de dejarlos en roles testimoniales... y sin prerrogativa$$$.

A ver a qué horas se ponen las pilas…

O, de plano, a ver a qué hora renuncian.

Leopoldo Mendívil

Colaboró: Upa Ruiz This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

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