El 13 de junio de 2018, previo al inicio del Mundial de Rusia, se llevó a cabo el 68 Congreso de la FIFA en Moscú,
donde se dio a conocer que la propuesta tripartita de México, Estados Unidos y Canadá le había ganado a Marruecos como sede de la edición de la Copa Mundial de 2026.
Hoy, las tres naciones, pero en especial México, están a un año exacto de que el balón ruede y los ojos del mundo estén posados sobre Norteamérica, cuando el 11 de junio de 2026 se de el silbatazo inicial de una nueva justa con partidos a celebrarse en Guadalajara y en la Ciudad de México.
Hace siete año, la candidatura norteamericana obtuvo 134 votos a favor, por 65 que registró el país africano. Entre las virtudes que le permitieron a Norteamérica ser la ganadora, se destaca la promoción que realizaron los tres presidentes de cada federación.
Tanto Estados Unidos, México y Canadá sabían que el hemisferio Occidental favorecía su candidatura, mientras que África estaba de lado de Marruecos. El terreno por ocupar se enfocaba hacia Asia y Europa, por lo que las autoridades de cada federación se encargaron de llevar su mensaje hasta convencer a la mayoría.
Además, también se propuso que los gastos de organización y operación del Mundial 2026 tendrían un costo mucho menor respecto al resto de las ediciones. Sobre todo, porque las ciudades sedes no tendrían que gastar para construir nuevos estadios, hoteles, aeropuertos o más servicios. En todo caso, algunas necesitarían invertir en remodelar ciertos recintos, pero no significaría un gran derroche económico.
Al final, en las evaluaciones de FIFA, la propuesta tripartita obtuvo 402.8 de los 500 puntos posibles, por 274.9 para Marruecos, sacando sus mejores calificaciones en los rubros de estadios, instalaciones para equipos y árbitros, hospedaje, transportación, centros de comunicación y zonas para aficionados.
Hoy, a un año, la ilusion de millones de seguidores al futbol se aviva, lo que genera una sensación mayor cercanía con la gran fiesta.