El debate sobre la recompensa al fútbol femenino en la Copa América 2025

La conversación sobre la verdadera valía del fútbol femenino ha cobrado fuerza, impulsada por las frías cifras.

El subcampeonato de la Selección Colombia Femenina en la Copa América, un logro que debería llenarnos de orgullo, ha provocado más preguntas que aplausos. El equipo colombiano, que dejó el alma en cada partido, recibió un premio de 500.000 dólares, una cifra idéntica a la del campeón de la liga masculina local. Para el analista deportivo Gender Vera, de Flashscore, este reconocimiento genera más debates que sonrisas.

La Conmebol ha promocionado estos premios como el inicio de una "nueva era" de equidad. Se trata, en efecto, de la segunda vez que se entregan incentivos económicos en la historia del torneo femenino. Sin embargo, al poner estas cifras en perspectiva, la supuesta igualdad se desvanece. La campeona Brasil se embolsó 1.500.000 dólares, una cantidad minúscula si se compara con los 16 millones de dólares que recibió Argentina por su victoria en la Copa América masculina de 2024. El premio femenino representa apenas un 9.3% del masculino.

Nadie puede cuestionar la entrega de las jugadoras colombianas. Nos regalaron una final épica contra Brasil, un partido que se decidió en una emocionante y dramática tanda de penaltis. Este es el cuarto subcampeonato de Colombia, mientras que Brasil reafirma su hegemonía con su noveno título. El nivel del juego y la competitividad son innegables.

Entonces, ¿por qué la recompensa económica sigue estando tan lejos de ser equitativa? Esta disparidad evidencia una doble moral en un deporte que, por un lado, predica la igualdad, pero por el otro, la ignora en el plano financiero. La pregunta es obligatoria: ¿es justo que la gloria continental femenina se equipare con un título de liga nacional masculino? El debate sigue abierto, y las jugadoras merecen una respuesta.

Follow Us on Social

Most Read