Estados Unidos, 20 de junio de 2025 ::: Resurgiendo al borde del abismo, los Pacers de Indiana machacaron
108-91 al Thunder de Oklahoma City y forzaron un séptimo y último partido de las finales de la NBA, que se disputará el domingo.
Tyrese Haliburton (14 puntos) se sobrepuso a sus problemas musculares para guiar este heroico triunfo en Indianápolis frente a la peor versión del Thunder y de su líder, Shai Gilgeous-Alexander, quien terminó con 21 unidades.
“Estábamos con la espalda contra la pared y respondimos”, declaró Haliburton tras un triunfo que colocó el empate 3-3 en el global de esta trepidante eliminatoria.
“Son las finales, tenía que dar todo lo que tenía por este grupo”, dijo la estrella local sobre su lesión. “Queda un partido, todas las cartas están sobre la mesa”.
El título de la NBA se definirá en un séptimo partido por primera vez desde la histórica victoria de 2016 de los Cavaliers de Cleveland de LeBron James ante los Warriors de Golden State de Stephen Curry.
Con aquella victoria en la cancha de los poderosos Warriors, el equipo del “Rey” James es el único que ha remontado un 3-1 en contra en las finales.
Esta será la vigésima vez en que el campeonato se resuelve en el séptimo y definitivo encuentro en la historia de la NBA.
Aunque todavía les queda rematar el trabajo, estos Pacers ya han protagonizado una serie de inverosímiles remontadas en estos playoffs.
Al duelo de anoche, el primero a vida o muerte, llegaban con la moral muy tocada por las últimas dos derrotas consecutivas y las limitaciones físicas de su líder, por lo que optaron por una arriesgada estrategia que les funcionó a la perfección.
Su experimentado entrenador, Rick Carlisle, dio la orden de bombardear desde la línea exterior al Thunder y sus jugadores respondieron clavando 15 triples de 42 intentos, una efectividad de 35.7 por ciento.
El otro pilar de los locales fue su conmovedor esfuerzo defensivo, alimentado por el eléctrico ambiente del Gainbridge Fieldhouse, que provocó un cortocircuito en el ataque dirigido por Gilgeous-Alexander.
El Jugador Más Valioso de la temporada cometió ocho pérdidas de balón, igualando el récord de su carrera, y repartió sólo dos asistencias.
Jalen Williams y Chet Holmgren se quedaron en 16 y cuatro puntos, respectivamente, y están obligados a reaccionar en el juego decisivo en el que el Thunder, favorito indiscutible al inicio de las finales, cargará con toda la presión.
La mágica noche en Indianápolis comenzó a fraguarse una hora y media antes del juego, cuando Carlisle confirmó que Haliburton saltaría a la pista pese a la distensión que sufre en el gemelo de la pierna derecha.
El base All-Star ha sido el gran talismán de los estratosféricos playoffs de los Pacers que, siendo el cuarto sembrado de la Conferencia Este, despacharon a candidatos como los Cavaliers y los Knicks.
La presencia de su líder fue la dosis de confianza que necesitaban los Pacers para lanzarse por el Thunder bajo la asfixiante atmósfera de Indianápolis.