del veto anunciado por el Gobierno de Trump, que afecta a miles de alumnos extranjeros. Alemania, Japón y Australia se pronuncian también.
Varios Gobiernos se pronunciaron tras un anuncio del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de EE. UU., que revocó el programa de estudiantes y visitantes extranjeros de Harvard, citando, entre otros temas, supuestos vínculos de la universidad con el Partido Comunista chino.
China rechazó las acusaciones como infundadas y criticó las medidas adoptadas por Washington, a las que calificó de "ilegales", instando a su retirada lo antes posible.
::: China "se opone a la politización de los intercambios educativos"
"La cooperación educativa entre China y Estados Unidos es mutuamente beneficiosa", declaró la portavoz de Exteriores Mao Ning, quien recalcó que Pekín "se opone firmemente a la politización de los intercambios educativos" y "rechaza los ataques infundados y difamaciones contra China". La medida "perjudicará la imagen y la reputación internacional de Estados Unidos", agregó.
La vocera también aseguró que el país asiático "protegerá con firmeza los derechos e intereses legítimos de los estudiantes y académicos chinos en el extranjero".
::: Japón observa "con alto interés"
El Gobierno de Japónobserva "con alto interés" y "trabajará para frenar los efectos de la prohibición" de la Administración Trump a la Universidad de Harvard de matricular a estudiantes extranjeros, dijo ante los medios el portavoz del Ejecutivo nipón, Yoshimasa Hayashi.
La medida afecta a un gran número de estudiantes japoneses, informó el portavoz, quien estudió un Máster de Administración Pública en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de Harvard.
::: Australia pide "detalles sobre esta decisión"
"Seguimos de cerca los acontecimientos en la Universidad de Harvard en relación con la declaración de la Administración sobre la futura inscripción de estudiantes internacionales. La Embajada está trabajando con el Gobierno de Estados Unidos para obtener los detalles sobre esta decisión", apuntó por su parte en X el embajador de Australia en Estados Unidos, Kevin Rudd.
"Tenemos la intención de dialogar con la Administración (de EE. UU.) de forma más amplia sobre el impacto de esta decisión para los estudiantes australianos y sus familias, tanto en Harvard como en otros campus de Estados Unidos", dijo el diplomático, quien ejerció en dos ocasiones como primer ministro de Australia (2007-2010 y entre junio y septiembre de 2013).
::: Alemania: "Es una decisión muy mala"
"Es una decisión muy mala. Espero que sea revocada", declaró la ministra alemana de Investigación, Dorothee Bär. "Me entristece profundamente. No es una señal positiva, ni para la generación de jóvenes ni para el mundo libre", añadió la política conservadora.
"Notamos un cambio, no solo por parte de estudiantes estadounidenses que quieren venir a nuestro país, sino también de otros países, como China e India, que eligen Europa", afirmó en una entrevista con la emisora alemana Bayern 2. "Nunca pensé, como defensora del vínculo transatlántico, que el punto neurálgico de la libertad académica sería algún día cuestionado", concluyó.
::: Veto a matrícula de estudiantes extranjeros en Harvard
En una nueva escalada de las tensiones con Harvard, la universidad recibió la víspera una carta firmada por la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kristi Noem, que rezaba: "Les escribo para notificarles que, con efecto inmediato, el programa de la Universidad de Harvard de Estudiantes y Visitantes Extranjeros ha sido revocado".
Horas después el Gobierno dio 72 horas a Harvard para proporcionar información sobre actividades "violentas" y protestas en las que hayan participado sus alumnos si quiere recuperar su programa de matriculación de extranjeros.
"Que esto sirva de advertencia a todas las universidades e instituciones académicas del país", dijo Noem en la red social X, en la que también acusa a la prestigiosa universidad de "coordinarse con el Partido Comunista Chino en su campus".
La revocación impedirá a Harvard recibir a estudiantes internacionales con visados de no inmigrante de tipo F (de estudiante extranjero) o J (de intercambio académico, prácticas, Au-Pair) para el curso académico 2025-2026.
Llega una semana antes de la graduación de miles de estudiantes y afecta tanto a nuevos solicitantes como a actuales alumnos, que podrían perder su estatus legal en el país si no se transfieren a otra institución.
::: Estudiantes en "pánico" o fuga
Harvard, una de las universidades más prestigiosas del mundo, acoge actualmente, entre sus 30.000 estudiantes, a 10.158 estudiantes internacionales de 150 países, según cifras del curso académico 2024/2025 divulgadas en la web de la oficina internacional del centro.
Entre ellos habría más 2.000 estudiantes chinos y 300 japoneses, así como más de 100 australianos, según las cifras del canal público australiano ABC. La matrícula en Harvard cuesta 59.320 dólares para el próximo año escolar, y puede ascender a 87.000 con alojamiento.
Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump intenta poner de rodillas a muchas universidades con recortes de financiación federal, eliminación exenciones fiscales y revocación de visados de estudiantes extranjeros, con la excusa de que permiten el antisemitismo en sus campus.
"Todo el mundo está entrando un poco en pánico" ante la incertidumbre que se abre para los estudiantes extranjeros, dijo a la AFP Alice Goyer, estudiante estadounidense. "Definitivamente va a cambiar la percepción de los estudiantes que podrían considerar estudiar allí: Estados Unidos se está convirtiendo en un lugar menos atractivo para la educación superior", dijo Karl Molden, un estudiante austriaco de Harvard, que ya solicitó ingresar en la británica Oxford.