a México. Se trata de un sujeto que ya había sido asegurado en el país vecino del norte en otras ocasiones.
La entrega del sujeto de 30 años identificado como Gerardo N. B. fue informada por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), el 12 de junio.
Los registros indican que la deportación de dicho sujeto fue realizada el 10 junio. El ICE destaca que la persona entregada a las autoridades mexicanas es un miembro del Cártel del Noreste y una personas que ya había sido expulsada de EEUU en cuatro ocasiones anteriores, entre los meses de octubre y noviembre de 2022.
“Fue detenido por ICE en la Oficina del Sheriff del Condado de Maricopa el 13 de marzo de 2024, tras ser arrestado por actividad delictiva. Posteriormente, se le inició un proceso migratorio y un juez de inmigración ordenó su deportación en abril de 2025″, es parte de lo informado por la institución.
Gerardo N, fue llevado desde el Centro de Detención de Florence (en Arizona) al Puerto de Entrada Dennis DeConcini en Nogales, sitio donde fue entregado a la custodia de las autoridades mexicanas.
No hay más detalles de las acciones con la que estaría relacionado dicho hombre, ICE únicamente refiere “actividades delictivas” y el ingreso no autorizado al país.
Fue el pasado 2 de mayo que el propio ICE publicó en sus redes sociales que Gerardo “fue condenado por su participación en esta [el Cártel del Noreste] violenta organización criminal”.
::: El Cártel del Noreste miente a empresas de armas en EEUU
Dicho grupo fue identificado por autoridades financieras de EEUU como una estructura que ha logrado engañar a empresas en el país vecino del norte,
El pasado 21 de mayo la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) sancionó a dos hombres a quienes identificó como elementos de alto rango dentro de la estructura delictiva: Ricardo González Sauceda, alias El Ricky, así como Miguel Ángel de Anda Ledezma, quien es apodado Miguelón.
Parte del comunicado también reveló que el grupo usa testaferros para sus operaciones.
"Estos testaferros hicieron declaraciones falsas para obtener armas de fuego de empresas estadounidenses, que fueron víctimas de las mentiras del cártel. Algunas de las armas se han utilizado en actividades terroristas", aparece en el informe sobre las sanciones contra El Ricky y El Miguelón.