de EE. UU., sentenció que Nicolás Maduro debe abandonar el poder en Venezuela. El pronunciamiento ocurre mientras Washington intensifica la presión militar y económica con la confiscación de buques petroleros en el Caribe.
"No solo estamos interceptando estos barcos. También estamos enviando un mensaje para todo el mundo: la actividad ilegal en la que participa Maduro no puede tolerarse. Tiene que irse. Vamos a defender a nuestro pueblo", expresó. La secretaria insistió en que el Gobierno de Maduro "utiliza los dólares" del negocio petrolero para "propagar" drogas que "están matando a la próxima generación de estadounidenses".
"Así que no olviden de qué se trata. Este es un enemigo de Estados Unidos contra el cual estamos tomando medidas enérgicas", subrayó Noem, cuya agencia gubernamental supervisa las acciones de la Guardia Costera, en el programa "Fox & Friends”. Maduro, por su parte, acusa a Estados Unidos de piratería por la incautación de buques con crudo venezolano y anunció acciones para que estos actos no queden impunes.
::: “Días contados"
Aunque el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado que Maduro "tiene los días contados", el objetivo oficial de la estrategia del Gobierno estadounidense hacia Venezuela es frenar el narcotráfico y recuperar los "derechos petroleros" de las empresas estadounidenses. Por ello, las fuerzas desplegadas en el Caribe han bombardeado supuestas "narcolanchas” y también mantienen un bloqueo a la entrada y salida de los buques venezolanos sancionados por Washington.
En los bombardeos contra lanchas que presuntamente transportan drogas hacia Estados Unidos han muerto al menos 104 personas en 28 ataques conocidos tanto en el mar Caribe como en el Pacífico. Los ataques han sido objeto de escrutinio por parte de legisladores estadounidenses y activistas de derechos humanos, quienes afirman que la administración ha ofrecido escasas pruebas de que sus objetivos sean realmente traficantes de drogas y que los ataques equivalen a ejecuciones extrajudiciales.