serán los países que lideren el estancamiento económico de la región debido a la caída en las remesas, el enfriamiento del consumo y la bajada en los precios de las materias primas, según un reporte de la compañía Solunion.
En un informe sobre las perspectivas económicas de América Latina elaborado por la compañía de seguros de crédito, de caución y de servicios de riesgos comercial, Solunion, con datos de Allianz Trade, los autores del texto destacan el estancamiento previsto de las economías latinoamericanas en 2025, un efecto impulsado en algunos casos por la volatilidad en los flujos comerciales para evitar los aranceles.
Si bien México ha sido uno de los países que mejor ha conseguido sortear el proteccionismo estadounidense, la confianza del consumidor registra descensos desde la última parte de 2024, tras las elecciones ganadas por Donald Trump.
Este país se enfrenta a la revisión del T-MEC, el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, prevista para 2026 y a su alta dependencia del ciclo político y económico de Estados Unidos, según adelantan los autores del informe.
En el caso de Brasil, donde se registra un crecimiento modesto pero constante gracias al consumo y a un gasto público superior al previsto, la recuperación del real se ha logrado a un coste elevado en términos de crédito e inversión. Al mismo tiempo, el país sufre en la actualidad una desaceleración del crédito, en línea con México.
ARGENTINA AL ALZA
Argentina es el país latinoamericano que compensará parcialmente la desaceleración de sus vecinos. El conjunto de medidas de estabilización económica impulsado por Javier Milei está consiguiendo que el país salga lentamente de la recesión, aunque se prevé que la inflación ronde el 24% al cierre del ejercicio.
Respecto a la política monetaria, persiste el riesgo de debilitación de las monedas locales si las tasas de interés no descienden antes de tiempo y la Reserva Federal estadounidense no reanuda los recortes. En este caso, las economías más dolarizadas, como son México y Chile, su impulso adicional al crecimiento se vería casi anulado por el efecto de las divisas sobre los precios.
Otros países, como Chile, han registrado un repunte de su consumo en 2024 por el mayor poder adquisitivo derivado de la revalorización del cobre y a la relativa estabilidad macroeconómica.
El informe apunta que Colombia enfrenta un elevado riesgo fiscal, además de incertidumbre política y problemas de seguridad y una inversión fija reducida que no se compensa con un mayor crecimiento impulsado por el consumo.
Por su parte, Perú sostiene una estabilidad macroeconómica apoyada en las exportaciones, con un desempleo e inflación reducidos, pero con un consumo interno débil y una producción minera que ha caído debido a emergencias y paros en grandes operaciones de hierro y oro.
En paralelo, si bien Ecuador muestra signos de recuperación, con una evolución positiva del sector primario, en especial por el cacao, el crecimiento per cápita continúa siendo inferior al de los países vecinos.