México, 6 de agosto de 2025 ::: El hecho de que Rafael Caro Quintero e Ismael "El Mayo" Zambada hayan evitado
la pena de muerte, pese a ser considerados por el propio gobierno de Estados Unidos como "narcoterroristas", según los dichos del presidente norteamericano, Donald Trump, no es una casualidad ni un acto de benevolencia judicial, consideró Anuar García, abogado penalista y coordinador de México SOS capítulo Jalisco. Este escenario, afirmó, solo es posible por una razón: un acuerdo entre la defensa y la fiscalía estadounidense.
**"La única posibilidad que existe es que sus abogados hayan llegado a un acuerdo con la fiscalía, porque quien propone la pena o quien pide la pena directamente es la fiscalía de Estados Unidos"**, afirmó García, aclarando que el hecho de que esta no haya solicitado la pena máxima, a pesar de la presión pública de figuras como Donald Trump y Pamela Bondi, es un indicativo de que hay cooperación en curso.
**Para el especialista, esa cooperación solo puede entenderse en términos de negociación de información crítica que será clave para los pasos siguientes en las investigaciones de las autoridades estadounidenses,** pues, comentó, cuando los capos han llegado al límite, "para salvar la vida estarían obligados a entregar toda su red operativa".
Así, indicó, lo que está en juego es en sí todo lo que saben: nombres, rutas, la protección política que pudieron llegar a tener para operar y las empresas que estuvieron involucradas en sus transacciones o en el lavado de sus activos. "Cuando los capos se encuentran perdidos, como es el caso, no les queda de otra para salvar su vida que abrir todos los anagramas de los grupos delictivos que representan", señaló.
Esto, dijo, por supuesto tambalea la seguridad de actores o personajes políticos que por años pudieron estar facilitando las operaciones del crimen organizado y creciendo sus redes de distribución, no solo en México, sino permitiendo que llegaran a los Estados Unidos, y por lo cual hoy les persiguen las autoridades vecinas.
**"La lógica de la fiscalía estadounidense no es detener a uno o dos, sino desmantelar redes completas. No es lo mismo que detenga a dos personas, a que tenga una red de 500 a mil personas relacionadas con el grupo delictivo. La estrategia parece estar más orientada a capturar estructuras que individuos, y los líderes se convierten en fichas de cambio para abrir puertas que de otra forma estarían cerradas",** manifestó Anuar García.
Con estas acciones, añadió, el mensaje que se le manda a los narcotraficantes es que **"quien colabora con Estados Unidos obtiene beneficios"**. A cambio, se obtiene protección e incluso privilegios jurídicos como el dado a conocer este martes.
Pero, dijo, también se manda un mensaje al Estado mexicano, aunque no de manera tan favorable; para él, quien realmente está haciendo el trabajo y poniendo obstáculos a los narcotraficantes es Estados Unidos**. "Los capos más poderosos que son señalados en Estados Unidos, muchos de ellos que tienen señalamientos por el Departamento del Tesoro, en México ni siquiera tienen carpetas de investigación abiertas"**, lamentó el especialista.
Aunque para algunas voces esto pudiera llegar a ser considerado una invasión, para Anuar García es una acción necesaria ante la ineficiencia nacional. **"Es algo positivo porque de otra manera la justicia en México no está llegando. Es bueno que Estados Unidos esté metiendo la mano",** finalizó el abogado.