En la discusión y elaboración de las leyes secundarias de la reforma energética, los diputados del PRD buscarán que se establezcan mecanismos de control, transparencia y responsabilidad para el Estado y que se eviten “letras chiquitas” que permitan subterfugios a la ley, informó su coordinador parlamentario Silvano Aureoles Conejo.
De ese modo se evitará que “se imponga nuevamente la visión de dos fuerzas políticas que benefician totalmente a empresas privadas o extranjeras y se le reste capacidad al Estado en materia de hidrocarburos”, advirtió el también presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados.
El legislador dejó en claro que su partido no ha concluido su lucha para lograr una consulta popular en cuanto a la reforma constitucional, principalmente de los artículos 27 y 28 en materia de hidrocarburos, e insistió en que estarán pendientes de lo que suceda con las leyes secundarias que se discutirán en el período ordinario que inicia en febrero.
Este orden de ideas, Auroles detalló que entre las acciones que su partido ha decidido emprender está la defensa jurídica para demandar que se lleve a cabo una consulta popular, “ya que existen elementos fundados para que se haga uso de esta herramienta de participación democrática”.
Insistió en que “no es un asunto de interpretaciones, la consulta popular es un instrumento formidable, yo espero que pronto esté aprobada en el Senado de la República y tenga uso pleno por parte de los ciudadanos”.
Silvano Aureoles agregó que el PRD estará pendiente de que en las leyes secundarias no haya “letras chiquitas”, subterfugios, manera de evadir responsabilidades “o peor aún que haya opacidad en el manejo de los hidrocarburos en México”.
El diputado perredista consideró como un hecho inédito la velocidad con la que los congresos estatales aprobaron la reforma en materia energética y agregó que esto genera incertidumbre y pone en tela de juicio el análisis crítico que los legisladores locales debieron haber hecho a esta trascendental propuesta.
Aseguró que los efectos de esta reforma no serán inmediatos. “Es una falacia decir que va a bajar el precio de la luz, del gas y de la gasolina. No va a suceder, porque se trató de una campaña mediática para promocionar una reforma cuyos supuestos beneficios tardarán muchos años en reflejarse”, finalizó.