Más inversión para crecer: CEESP

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México requiere niveles de inversión superiores al 25 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para crecer a tasas superiores a 5.0 por ciento, estimó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

En su reporte “Análisis económico ejecutivo”, apunta que para ello es indispensable un entorno que propicie y facilite la inversión, tanto pública como privada, para lo cual son tan importantes las reformas estructurales.

Afirma que, además de mantener la fortaleza macroeconómica, la inversión es el principal medio para lograr que la economía crezca a tasas elevadas y de manera sostenida y, con ello, mejorar las condiciones de vida de la población y reducir los niveles de pobreza.

Aclara que las reformas por sí solas no tienen un impacto significativo en el crecimiento económico, y para que eso ocurra es necesario que operen de manera conjunta, de tal forma que contribuyan para que los flujos de inversión se eleven significativamente pero, al mismo tiempo, los recursos se asignen de la mejor forma posible.

Sostuvo que la economía debe crecer rápidamente para satisfacer las demandas de una población en la que actualmente se registran elevados niveles de pobreza.

Para el organismo de investigación del sector privado, si bien es probable que la economía mexicana pueda mantener tasas de crecimiento ligeramente superiores a 3.0 por ciento, esto sería simplemente como resultado de un comportamiento inercial.

Ello implica, continúa, que seguiría dependiendo de factores externos, en especial de la dinámica que mantenga la economía de Estados Unidos, además de la evolución del mercado petrolero, que ha sido una de las principales fuentes de recursos públicos.

Insiste en que para elevar el ritmo de crecimiento de la economía mexicana es fundamental potenciar la inversión y, al mismo tiempo, controlar el gasto público, en donde la reforma hacendaria toma relevancia como uno de los principales factores para estimular el crecimiento y el bienestar.

Refiere que aunque los resultados de los últimos años muestran una modesta mejoría, la recaudación tributaria como porcentaje del PIB cerró 2012 en niveles inferiores a 10 por ciento, lo que es bajo si se compara en el ámbito internacional.

Igualmente preocupante es que también la participación de los ingresos petroleros en el total ha crecido en los últimos años, lo que incrementa la vulnerabilidad de las finanzas del país.

El CEESP menciona que en materia de gasto público, preocupa el hecho de que se ha presenta cada vez “más rígido”, lo que reduce el margen de maniobra de las autoridades y limita el aumento de la inversión pública.

Cifras de la Secretaría de Hacienda indican que el gasto corriente más las participaciones a entidades federativas concentraron 72.8 por ciento del gasto total en 2012, casi 21 puntos porcentuales más que en 1990, mientras que la inversión física sólo aumento seis puntos en igual lapso.

Pese a ello, señala, el balance público se ha mantenido relativamente estable en niveles reducidos, pero puede decirse que esto fue a costa de las limitaciones que ha tenido la inversión, que en varios años se utilizó como renglón de ajuste de las cuentas públicas.

El organismo reitera que para crecer a tasas altas y de manera sostenida, es fundamental estimular la inversión pública y privada, pero para ello se debe contar con un ambiente que la propicie.

En su opinión, se requiere una reforma hacendaria que tenga como prioridad la eficiente asignación de los recursos, y complementarla con medidas fiscales que fortalezcan esos recursos a través de un sistema tributario sencillo, con una ampliación de la base de contribuyentes y la eliminación de los beneficios fiscales existente.

Considera que otra reforma de la que se tenía buenas expectativas es la laboral, que recientemente fue aprobada por el Congreso, pero es claro que por sí sola no va propiciar un aumento del empleo formal si no se complementa con mayores flujos de inversión.

Considera que no sorprende que los niveles de desempleo e informalidad aumenten en la actualidad, pues no se generan los puestos de trabajo formales suficientes y en el tiempo que se requieren, ya que los niveles de inversión se mantiene contenidos por la falta de incentivos.

El CEESP ratifica que para que la economía fortalezca su estabilidad macro y pueda crecer a tasas elevadas y de manera sostenida, es necesario que el capital también se incremente de manera significativa.

Si no fluye la inversión, señala, los factores que en conjunto determinan el crecimiento de la economía seguirán perdiendo fuerza, y el país seguirá padeciendo la ausencia de infraestructura que fortalezca la actividad productiva, un sistema educativo de mala calidad, rezagos en materia de salud y seguridad pública, entre otros.

 

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