Hace más de 30 años, tuve la fortuna de aficionarme a los “Thundercats”, un grupo de felinos galácticos originarios de
Thundera que llegaron a vivir a un planeta desconocido y donde edificaron su base conocida como Cubil Felino, siendo su líder el poderoso Leon-o quien tenía consigo una de las armas más poderosas de todo el universo conocido, la espada del augurio, que permitía al líder felino ver más allá de lo evidente.
Ese enorme poder pareciera que es el que más han desarrollado las personas juzgadoras en México, quienes desde hace ya varias décadas han pasado por alto una y otra vez de la norma jurídica y de la Constitución, para hacer prevalecer principios y valores tremendamente subjetivos, pero capaces de derrotar a las normas emanadas de poderes constituidos de forma democrática.
Pero vámonos por partes. ¿De dónde emanan las leyes? La norma fundante, es decir la Constitución, mandata que a través de un Poder Legislativo conformado por una camara de senadores, una de diputados federales y 32 cámaras de diputados locales, electos por los ciudadanos la mayoría de ellos en un sistema de representación política por estado, municipio y distrito; se establezcan las formalidades para iniciar, discutir y aprobarleyes de conformidad con su competencia, es decir, locales o federales. Mismas que pasarán la aduana del ejecutivo local o federal mediante la sanción o veto de la norma, o bien, su publicación para que esa norma sea vigente y obligatoria para todas y todos.
Después de ese filtro del ejecutivo, aún subsiste el de la constitucionalidad, en donde se puede impugnar esa norma recién publicada ante el Poder Judicial federal, para determinar si se trata de una Ley que se ajusta o que violenta la carta magna. Por ello, la creación de leyes y la reforma de estas es muy lenta, porque algunas de ellas no llegana consenso dentro de los congresos y son desechadas; otras son aprobadas pero bloqueadas por el ejecutivo que no las publica y por lo tanto se quedan en el limbo de las leyes, y por último, existe la posibilidad que años mas tarde la Corte declare invalida esa Ley y se quede sin efectos. Así funciona el proceso para evitar que el estado de derecho se convierta en un circo.
Sin embargo, el Poder Judicial, encargado de resolver los conflictos entre particulares o entre estos y el Estado o entre partes del Estado y entre Estados; después de aplicar diversos métodos para ejercer su función jurisdiccional, es decir, de decir-el-derecho, está obligado a usar las fuentes primarias del derechocomo la Ley, la Jurisprudencia, la Doctrina, la Costumbre y evidentemente el Derecho Internacional debidamente adoptado por el Estado Mexicano.
Lamentablemente, las personas legisladoras de hoy en día, bajo el esquema de la ponderación, han desarrollado una gran capacidad casi comparable con la que la espada del augurio le dotaba a León-o y actualmente, los juzgadores con esa posibilidad infinita de ver-más-allá-de-lo-evidente, han comenzado a saltarse la norma y hasta la propia constitución para interpretar – rellenar vacíos – crear principios derivados de otras normas, y aplicar principios del derecho internacional sobreponiéndolos al derecho positivo mexicano, generando un tremendo caos procesal y jurisdiccional, además de convertirse en un grupode legisladores chamánicos que construyen el derecho desde una moral y valores inalcanzables que iluminan sus sentencias y desdeñan al derecho.
Todo ello aún y cuando los métodosmás sencillos para resolver este tipo de conflictos de acuerdo a la doctrina son tres, el lingüístico, el sistémico y elfuncional. El lingüístico que se rige por disposiciones de acuerdo con las reglas de lenguaje. El sistémico, derivado de qué las normas interpreten tomando en cuenta su relación con el resto de las normas del sistema jurídico. Y el funcional, que se realiza atendiendo a los fines para lo que fue creada esa Ley o esa norma.Pero siempre atendiendo al principio del derecho que reza: “UBI LEX VOLUIT DIXIT, UBI TACUIT NOLUIT”(El legislador ha dicho exactamente lo que pretendía decir, y en cuanto a lo que no ha dicho, no pretendía decirlo), o lo que en el más puro mexicanismo quiere decir que “no hay que andarle buscando chichis a las culebras”, refrán que sin duda pasan por alto las personas juzgadoras para sacar agua de las piedras o principios de las normas cuando es evidente que no los hay.
Sin duda, después de la jornada electoral y judicial a la vez, las nuevas personas juzgadoras tendrán no solo muchos expedientes para resolver conforme a derecho, sino diversos métodos de donde elegir para poder llegar a sentencias legales y convincentes que les permitan salir del tremendo agujero en el que los metieron y dejar de ser el peor enemigo del pueblo. Esperemos quesepan cual es el método menos violatorio del estado de derecho, porque el actual no es funcional a fin de que la justicia no siga como siguen las cosas que no tienen mucho sentido.
Hugo Alday Nieto .
( Licenciado o en derecho con mención honorífica por la Universidad la Salle del Pedregal; Maestro en derecho por la Universidad Anáhuac Mayab; doctorante en derecho por la Universidad Anáhuac Cancún)