El periodista e investigador Jaime Maussan presentó las fotografías de un supuesto ser espacial que fue recuperado de un accidente aéreo en julio de 1947 en Roswell, Nuevo México.
El evento be WITNESS Sé Testigo. El Cambio en la Historia se realizó en el Auditorio Nacional, que lució a un 70 por ciento de su capacidad, con la asistencia de aproximadamente 6 mil 500 personas.
El suceso que inició alrededor de 19:30 horas y se prolongó hasta la medianoche, contó con la presencia y testimonio de 12 personajes nacionales e internacionales, además del 3 veces ganador del Premio Nacional de Periodismo Jaime Maussan.
La promesa de la evidencia más reveladora en la historia del fenómeno OVNI consistió en unas transparencias recuperadas de una casa en Arizona, que habrían sido propiedad de una mujer llamada Hilda Blair y que habrían sido tomdas entre 1947 y 1949. La misteriosa mujer, que fue una de las primeras graduadas de la Fuerza Aérea estadounidense como piloto, no tuvo hijos y murió en la década de los 90.
De acuerdo con la investigación del periodista estadounidense Andrew Dew, Blair fue amiga de la esposa del presidente estadounidense Dwight E. Eisenhower e incluso tuvo contacto con la familia Bush en Texas.
En las pantallas del Coloso de Reforma apareció la imagen de una criatura gris, con una cabeza exageradamente grande, heridas de disección y una pierna amputada.
El equipo de Maussan trabajó en la reconstrucción virtual del ser y en un primer momento mostró lo que sería su rostro. Pasadas las 23:00 horas, el cuerpo del ser animado se proyectó como holograma en las pantallas del Auditorio Nacional.
El público respondió con un aplauso a las primeras imágenes del ser espacial. Otro momento de ovación fue cuando el exministro de la Defensa de Canadá, Thedore Hellyer, saludó con un "buenas noches" a la audiencia a través de Skype y exigió una postura oficial de los gobiernos ante el fenómeno OVNI.
El testimonio de mayor relevancia, considerado por los investigadores, fue el ofrecido por el piloto de la Fuerza Aérea Eleazar Benavides, que en 1947 tenía 20 años y prestaba servicio en Roswell.
Benavides es considerado como el único testigo directo vivo de ese encuentro espacial. En su declaración, el militar retirado aseguró que observó a los seres cuando tuvo que trasladar sus cuerpos en una camilla del hospital de Roswell.
De acuedo con Benavides, lo que más llamó su atención de esa noche de 1947 fue el olor alrededor del lugar. Sobre las imágenes, el piloto aseguró que eran "muy parecidas" a los "grises pequeños" que observó hace casi 70 años.