La era dorada de la astronomía

astro-galileo copia

Nos encontramos en una era muy especial de la Astronomía, tan importante o más que cuando Galileo utilizó su telescopio por vez primera para escudriñar los cielos.

Hace ya más de 400 años Galileo Galilei observaba a través de un instrumento lo que estaba oculto para la observación a

simple vista. Así descubrió que había otros cuerpos girando alrededor de Júpiter, eran sus lunas; demostró que Venus gira alrededor del Sol y no de la Tierra; encontró manchas en el sol e hizo un primer cálculo del tamaño de las montañas en la luna.

La tecnología actual ha permitido otro tipo de descubrimientos tan asombrosos como los de principios del siglo XVII, en los últimas décadas el desarrollo de la óptica, la ciencia espacial y la computación nos han permitido estudiar la actividad Solar durante todo su ciclo, se han enviado sondas no solamente a todos los planetas sino además a los asteroides, los cometas, los satélites de Júpiter y Saturno y a posarse en Titán, el mayor satélite de Saturno, y descubrió que hay un ciclo similar a la tierra donde el líquido se evapora, se condensa, forma ríos y lagos pero no son de agua sino de metano, se ha detectado actividad térmica en Encelado, otro satélite de Saturno, que está expulsando vapor de agua que se congela para formar uno de los anillos del planeta anillado; se ha podido descubrir que hay abundante agua en el Universo; que los cometas no solamente contribuyeron a la formación de los océanos en la Tierra sino que quizá fueron esenciales para que la vida se desarrollara en nuestro planeta. Se han encontrado muchos más cuerpos orbitando al sol más allá de Plutón y la nave Voyager ha llegado finalmente a los límites del Sistema Solar.

Los grandes telescopios terrestres rivalizan con los telescopios espaciales con técnicas avanzadas que contrarrestan los efectos atmosféricos para una mejor observación, además de la instalación de arreglos de radiotelescopios que “ven” el cielo en longitudes de onda que el hombre no logra percibir, como son las ondas de radio, y los telescopios que orbitan en la estratosfera “observan” la luz que no logra atravesar nuestra capa atmosférica: rayos gamma, rayos X y la luz ultravioleta. Con estos instrumentos se han podido confirmar la formación de estrellas dentro de las nebulosas, la presencia de un agujero negro súper masivo en el centro de la Vía Láctea, y la composición de las nebulosas, remantes de estrellas donde se formarán nuevos sistemas planetarios.

Quizá el descubrimiento más trascendente es la detección de planetas alrededor de otras estrellas, ya se han confirmado más de un millar de exoplanetas, la mayoría gigantes gaseosos orbitando muy cerca de su estrella, pero también se han descubierto planetas similares a la Tierra a distancias orbitales de su sol que podrían mantener el agua en estado líquido, condición indispensable para la formación de vida, al menos como la que conocemos en la tierra.

@SergioUniverso

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