Así es Acámbaro, el municipio más antiguo de Guanajuato cuyo nombre significa “Lugar de magueyes”

Ubicada en el estado de Guanajuato, la ciudad de Acámbaro destaca por su rica historia, su arquitectura colonial y su legado cultural.

 Fundada en 1526 como San Francisco de Acámbaro, esta localidad fue la primera población legal en tierras guanajuatenses y, en 1810, se convirtió en el Cuartel General del Ejército de América, bajo el liderazgo del cura Miguel Hidalgo, quien fue nombrado “Generalísimo de las Américas”.
Acámbaro no sólo es un referente histórico, sino también un destino turístico que combina tradiciones, monumentos y gastronomía.
::: El origen del nombre

De acuerdo con la Secretaría de Cultura, el nombre de Acámbaro proviene de la lengua tarasca y significa “Lugar de magueyes” o “Lugar donde crecen los magueyes”.
Los primeros habitantes de la región pertenecieron a la cultura de Chupícuaro, una de las más antiguas de Mesoamérica.
Durante el siglo XVIII, la ciudad vivió una época de prosperidad que dejó como legado una impresionante arquitectura colonial, compuesta por templos, fuentes, puentes y casas particulares.
Actualmente, el municipio cuenta con más de 130 monumentos históricos, reconocidos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) como auténticas joyas arquitectónicas.
Entre los principales atractivos turísticos de Acámbaro se encuentra el Templo de San Francisco y su Claustro, una construcción del siglo XVIII que destaca por su estilo barroco sobrio y elegante. Su patio, rodeado de 16 pilares, alberga una fuente monumental.
Otro sitio emblemático es el Templo del Hospital, cuya portada plateresca y púlpito tallado en cantera reflejan la influencia del arte indígena.
Este templo forma parte de un conjunto arquitectónico que incluye el Convento Franciscano de Santa María de Gracia, conocido por su fuente barroca y su arquería decorada con figuras religiosas.
El Santuario de Guadalupe es otro punto de interés, con frescos del pintor Pedro Cruz que narran la llegada de los franciscanos a América y la construcción del Convento de San Francisco.
En su sacristía se encuentran tres pilastras de cantera y una pintura del siglo XVIII que representa el árbol genealógico de la Virgen de Guadalupe. Por su parte, el Templo Expiatorio o de la Promesa, construido en el siglo XIX tras una epidemia, es un ejemplo de arquitectura neoclásica.
Otros templos destacados incluyen el Templo de San Antonio, con su retablo central de madera plateada, y las Ermitas, pequeñas capillas del siglo XVIII que formaban parte del viacrucis de Semana Santa.
Entre las obras civiles, sobresale el Acueducto, construido en 1528 como una de las primeras obras hidráulicas de México durante la Conquista. Este acueducto, con nueve arcos ojivales, se encuentra en la avenida Hidalgo y es un testimonio de la ingeniería colonial.
También destaca la Fuente Taurina, conocida como Pila de Águila, que conmemora la primera corrida de toros en la Nueva España y presenta escenas de tauromaquia.
::: Más atractivos turísticos

La zona arqueológica de Chupícuaro, ubicada al norte de la ciudad, es un lugar de gran interés histórico. En este sitio se han encontrado restos de cerámica y figurillas geométricas que pertenecen a una de las culturas más antiguas de Mesoamérica.
Además, el Museo Acámbaro alberga piezas arqueológicas de esta cultura, así como artesanías y documentos históricos de la región.
Las festividades locales son otro atractivo de Acámbaro. Entre ellas se encuentran la Coronación de la Virgen del Refugio el 8 de enero, las Fiestas de la Santa Cruz el 3 de mayo y la Feria Regional del 30 de junio al 11 de julio, que incluye desfiles, danzas autóctonas y juegos pirotécnicos.
El 19 de septiembre se celebra la fundación de la ciudad, mientras que el 22 de octubre se realiza un desfile cívico-militar en honor a Miguel Hidalgo.
La gastronomía de Acámbaro es ampliamente reconocida, especialmente por su pan tradicional, conocido como “acambaritas”.
Este pan, elaborado con trigo introducido por los franciscanos, se caracteriza por su sabor y frescura, y se presenta en variedades como el especial, el tallado, el ranchero de leche y el de huevo.
También se producen dulces típicos como cocadas, ates, bolitas de leche y jamoncillos.
Finalmente, las artesanías de la región incluyen vajillas de cerámica de alta temperatura y loza resistente, que combinan funcionalidad y un toque artesanal único.

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