La vida de Kahlo en ‘Soy Frida’

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La vida de la artista plástica Frida Kahlo, su enfermedad, su amor por Diego Rivera y su lucha por los derechos de la mujer, es llevada a escena en la obra “¡Soy Frida, soy libre!”, de Tomás Urtusástegui, que bajo la dirección de Pedro Quezada Zamora se presentó en el Teatro Julio Jiménez Rueda, de esta capital.

En el marco del XXVII Encuentro Nacional de los Amantes del Teatro, que se realiza del 9 al 26 de enero, el Grupo Representativo de Actuación de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán presentó una puesta en escena que retrata pasajes de la vida de Frida, quien es interpretada por la actriz Carmen Vélez.

En un ambiente lleno de recuerdos que incluyó un maniquí del artista plástico Diego Rivera (1886-1957), un cuadro de Frida Kahlo (1907-1954), en pequeño formato, y algunos muebles, se desarrolla la historia de la pintora.

Vestida y maquillada como Kahlo, Carmen Vélez interpreta a una de las figuras destacadas del quehacer de la plástica mexicana, mostrando sus sentimientos, miedos y alegrías a partir de las desgracias físicas que le ocurrieron.

La historia comienza con la poliomielitis de Frida, la cual no fue impedimento para que la artista siguiera con su vida y conociera su pasión por la pintura y a su gran amor, Diego Rivera.

Su relación sentimental con el muralista mexicano, su amistad con importantes personas como León Trotsky (1877-1940) y la fotógrafa Tina Modotti (1896-1942), también son retratados en la obra.

Uno de los momentos más emotivos es cuando Frida grita sus ideales, su lucha por los derechos de la mujer, al momento en que toma su tequila y dice salud.

Frida amó el arte popular y contribuyó a que la alta cultura hiciera un reconocimiento de él y le diera la dignidad correspondiente. Militante del Partido Comunista Mexicano murió con la satisfacción de que su ataúd fuera honrado con dos banderas: la mexicana y la comunista.

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