En el municipio de San Miguel de Allende la parroquia de Jesús Nazareno de Atotonilco es única en el país porque muestra pinturas y frescos por la que es considerada la Capilla Sixtina de América, además de ser origen de la Independencia.
Las obras son de Antonio Martínez de Pocasangre, un español nacido en Querétaro en el siglo XVII, según relató el párroco Fernando Martínez, quien además resalta el gran atractivo arquitectónico, que ha sido cuidadosamente restaurado durante los últimos años.
"Esta obra mural ha hecho que el complejo sea llamado la Capilla Sixtina de América", expresó el padre Martínez.
Al ingresar, el visitante se siente sobrecogido por la saturación de imágenes, símbolos y mensajes.
De acuerdo con el párroco, en 1733 el Padre Luis Felipe Neri de Alfaro se encontraba de misiones en Dolores Hidalgo, en su camino paró a descansar debajo de un mezquite donde hoy se encuentra el altar mayor de la parroquia.
El Padre Alfaro contó que vio en sueños a Jesucristo, coronado de espinas y con la cruz a cuestas, y este le habría ordenado convertir aquel lugar en uno de penitencia y oración.
Juan López, habitante de Atotonilco, señaló que en este lugar se registró un acontecimiento en la historia de la Independencia de México, ya que el Cura Miguel Hidalgo, tomó un estandarte con la imagen de la Virgen de Guadalupe como bandera del Ejército Insurgente.
En el exterior del templo, hay puestos ambulantes donde venden rosarios, crucifijos, disciplinas -una especie de látigos con las que los penitentes golpean sus espaldas-, coronas de espinas.
De acuerdo con Juan López, prácticamente todo el año hay retiros. El poblado de Atotonilco se encuentra a ocho kilómetros de la cabecera municipal de San Miguel de Allende, en la carretera que va hacia Dolores Hidalgo.