Recuerda INAH a fallecidos del 2015

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El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) recordó a sus especialistas fallecidos durante el año que finaliza, entre ellos Teresa Castelló Yturbide, María Elena del Pilar Salas Cuesta, Roberto García Moll y Arturo Romano Pacheco.

A través de un comunicado, destacó que se trata de pilares que dejaron su huella en la institución y en el país, mujeres y hombres que trabajaron con el afán de fortalecer el estudio y la conservación del patrimonio cultural de la nación.

Expuso que el 12 de enero de 2015 falleció el arquitecto Carlos Flores Marini, merecedor de la Medalla Federico Sescosse del Comité Nacional Mexicano del ICOMOS, en reconocimiento a su más de medio siglo de trayectoria profesional, en la cual se encaminó a proteger y poner en valor el patrimonio histórico de México y América Latina.

Recordó que en 1964 firmó en nombre de México la Carta Internacional para la Restauración y Conservación de Monumentos Históricos, conocida como “Carta de Venecia”, lo mismo que fundó y presidió el Comité Nacional del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS).

En 2011, continuó, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) lo nombró miembro de honor del ICOMOS Internacional.

Añadió que el 20 de enero falleció la narradora, ilustradora y especialista en arte popular mexicano Teresa Castelló Yturbide, quien en 2010 había recibido el Premio Bellas Artes de Cuento Infantil Juan de la Cabada. También obtuvo el Premio Antoniorrobles por “El morralito de ocelote”.

Su primer libro lo publicó en 1945, “Cuentos mexicanos para niños”, y en 1952 sacó al mercado “Cuentos de rancho”. Además, en 1988 fundó la asociación Pro-Seda, para apoyar al cultivo de la morera y la crianza de gusanos de seda con mujeres mixtecas, en San Mateo Peñasco, Oaxaca.

El INAH destacó que su libro “Presencia de la comida prehispánica” (1986) es pionero en mostrar la continuidad cultural de la cocina indígena de México.”

Refirió que el día 21 del mismo mes partió Mariano Monterrosa Prado, investigador emérito de la institución, quien impulsó estudios sobre iconografía religiosa, con los que hizo asequible, comprensible y disfrutable las obras sacras.

Dentro del instituto, donde prestó servicios por 50 años, fue jefe de catálogo y del archivo fotográfico, y entre sus publicaciones están “Manual de símbolos cristianos”, “Bibliografía sobre arte colonial de Justino Fernández” e “Iconografía del arte del siglo XVI en México”.

El 12 de febrero falleció el arqueólogo Roberto García Moll, quien dirigió el INAH de 1989 a 1992, y en 1973, a los 30 años de edad, dirigió el Proyecto Arqueológico de Yaxchilán, en Chiapas, y realizó 12 temporadas de investigación del mundo maya.

De 1972 a 1982 encabezó las excavaciones en el Ex Convento de San Jerónimo, conocido como Claustro de Sor Juana, con las que se tuvo conocimiento del complejo mundo conventual femenino, y entre 1981 y 1987 dirigió los proyectos arqueológicos de Bonampak y Palenque, en Chiapas.

El INAH anotó que “el último proyecto que encabezó fue en Pomoná, Tabasco” y que “como director del Instituto, García Moll impulsó la creación de la Feria del Libro de Antropología e Historia en 1989”.

Igualmente, el 16 de marzo fallecieron los investigadores eméritos Arturo Romano Pacheco y Carmen Pijoan Aguadé, quienes durante mucho tiempo dedicaron sus esfuerzos a las indagaciones antropológicas y a la enseñanza. El primero, resaltó, “es un referente en osteología antropológica, en especial de la morfología craneana”.

Publicó “La población antigua de la Villa de Guadalupe, Ciudad de México (1200-1700)”, en coautoría con María Teresa Jaén Esquivel y Josefina Bautista Martínez, y en 1978, con la primera registró en el Ex Templo de San Jerónimo un entierro que contenía los restos óseos que posteriormente fueron atribuidos a Sor Juana Inés de la Cruz.

Carmen Pijoan Aguadé, miembro de la Dirección de Antropología Física, sobresalió por sus contribuciones al estudio de la osteología, la tafonomía y las poblaciones del México antiguo.

Pablo Montero Soria, especialista en la historia de Veracruz y del Proyecto Integral San Juan de Ulúa, y quien fuera director de la Licenciatura en Historia de la ENAH, falleció el 23 de abril. También coordinó el Proyecto de Red de Fortalezas (mexicanas e hispanoamericanas).

Mencionó que el 24 de mayo murió Federico Adolfo Solórzano Barreto, paleontólogo cuyas investigaciones contribuyeron al conocimiento de la prehistoria en el Occidente de México. Entre otras actividades, fue curador, subdirector y director de Paleontología y Prehistoria en el Museo Regional de Guadalajara, del INAH, de 1976 a 1983.

De sus reconocimientos, sobresalen el Premio Jalisco, las preseas José María Vigil y Fray Antonio Alcalde, y el Quetzalcóatl, otorgado por el Instituto Jalisciense de Antropología e Historia.

El 7 de junio falleció el arquitecto y profesor fundador de la Escuela de Arquitectura, hoy Facultad del Hábitat de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Marco Antonio Garfias de los Santos; fue miembro del Consejo Nacional de Monumentos Históricos Inmuebles del INAH y dirigió el Museo del Virreinato de la ciudad de San Luis Potosí.

Al siguiente mes, el día 22, perdió la vida la etnóloga Martha Isabel Salinas Carrasco, curadora del Museo Nacional de las Culturas e investigadora de las colecciones e indumentaria de países de Europa, como Checoslovaquia, Polonia, Bulgaria y Rumania.

Se especializó en estudios de la mujer, en la Universidad Autónoma Metropolitana, en 1995, y fue integrante del Seminario Permanente de Iconografía, de la Dirección de Estudios en Antropología Social, durante 20 años.

El instituto indicó que el 26 de julio murió Roberto Zárate Morán, especialista en pictogramas prehispánicos en la zona del Istmo de Tehuantepec y responsable del rescate arqueológico de las Tumbas 1 y 2 de Pueblo Viejo de Tecomayaca.

De sus trabajos sobresalen los estudios que realizó en torno a las congregaciones coloniales de los siglos XVI y XVII en Oaxaca, así como la elaboración de un catálogo de sitios arqueológicos en las regiones dominadas por zapotecas, mixes, chontales y huaves.

Mientras que el 11 de septiembre falleció el arquitecto, museólogo y museógrafo Jorge Agostoni falleció, quien junto con Mario Vázquez y Jorge Angulo laboró en la primera museografía del Museo Nacional de las Culturas. Su trayectoria en decenas de museos en México y el extranjero lo hizo merecedor de dos premios Miguel Covarrubias.

“Fue condecorado con la Medalla de Plata de las bienales de Arquitectura Mexicana IV y VII, por su trabajo en el Museo de las Culturas del Norte, en Paquimé, Chihuahua, y por el Museo del Telégrafo, en la Ciudad de México”, resaltó.

A su ideas se deben el Museo Olímpico, en Lausana, Suiza, por el que obtuvo el Premio Museo Europeo del Año, otorgado por el Consejo de Europa y la Orden Olímpica, condecoración conferida en 1995 por el Comité Olímpico Internacional.

Por último, la maestra en antropología física e investigadora de la Dirección de Antropología Física del INAH, María Elena del Pilar Salas Cuesta, murió el 11 de diciembre.

Fue colaboradora en el estudio de los restos encontrados en Molino del Rey, Chapultepec, atribuidos a los principales defensores contra la intervención norteamericana de 1847, y de sus investigaciones resalta “Tlatilco, México. Una aldea del Preclásico. Un ejemplo de adaptación al medio ambiente. Perfil biocultural”.

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