La obra de Virginia Woolf converge con la música de Pink Floyd en estreno dancístico

La escritora inglesa Virginia Woolf es la protagonista, junto con sus personajes Orlando y Clarissa Dalloway,

de la coreografía con música de Pink Floyd, la banda de rock británico, que la compañía de danza contemporánea Los Corpógrafos estrena el viernes 20 de octubre, a las 20 horas, en el Centro Cultural “Los Talleres” (Francisco Sosa 29, Coyoacán).
“Lo que más me interesa de Virginia Woolf es esta nostalgia presente en toda su obra y la lucha interna que tenía consigo mismo, a causa de su depresión crónica, y cómo se ve reflejada en las interrogaciones que se hace sobre la vida, sobre su identidad de género, sobre su papel como mujer dentro de una sociedad que privilegiaba ciertos roles”, considera el creador Eustorgio Guzmán.
Esta obra dancística, titulada For thy sweet love remembered (Tu dulce amor así recordado), programada también el sábado 21 de octubre y el domingo 22 de octubre dentro de la temporada Hecho en casa, está dividida en tres partes para plasmar la transición entre el pasado, el presente y el futuro, entre la mañana, el día y la noche.
“La primera parte crea una atmósfera a partir del personaje mismo de Virginia Woolf con esta necesidad de saber quiénes somos, hacia dónde vamos y qué hacemos aquí en la vida. Es un despertar de la conciencia”, explica Guzmán, autor de la coreografía.
Inspirada en Orlando con su dualidad sobre lo femenino y lo masculino, la segunda parte de esta obra alude a la constante búsqueda de identidad y al apoyo que necesitamos de los otros, mientras que la última parte remite a la fiesta organizada por la señora Dalloway como metáfora de la vida: un constante recordatorio de que somos seres pasajeros, pues la muerte es inevitable y lo único que queda son los fragmentos vividos con los demás.
Guzmán encuentra un eco de la nostalgia de Woolf en la música de Pink Floyd, y por eso utiliza las canciones Time y The Great Gig in the sky, del álbum El lado oscuro de la luna. Ambas hablan del transcurrir del tiempo y de descifrar quién eres.
Al inicio de la coreografía se escucha en voz del actor Al Pacino el Soneto 29, de William Shakespeare, que justamente le da el nombre a esta danza al referirse a un ser que padece la pérdida de una persona amada y, cuando recuerda todo lo vivido con ella, no cambiaría su lugar por nada. Es la introducción al mundo imaginario de Woolf.
“Estos tres elementos (la obra de Woolf, la música de Pink Floyd y el soneto de Shakespeare) me inspiraron la idea de la resignación, pero no una resignación pusilánime, sino una resignación que te lleva a comprender el significado de la vida”, dice Guzmán, para quien su principal motivación en esta propuesta dancística era reflexionar sobre un dolor capaz de hacer que los personajes se transformen y tomen conciencia de sí mismos.
Como parte de la temporada Hecho en casa, la compañía Los Corpógrafos también estrenará el 20 de octubre, la obra Sketchbook de su directora, Isabel Beteta. En esa escena aparecen tres pantallas que constantemente modifican el espacio y los bailarines les dan vida a esas pantallas. En este cuaderno de apuntes, los intérpretes dibujan con sus cuerpos apenas un trazo, un esbozo.
También se presentará Thread (Hilo), de los ingleses Travis Clausen-Knight y James Pett, la primera obra creada para la compañía por coreógrafos extranjeros, la cual versa sobre los recuerdos y cómo se hilan arbitrariamente. Juega rítmicamente con los contrastes y parte de su complejidad reside en que hay que realizar gran cantidad de movimientos en pocas cuentas musicales.
Beteta fundó la compañía Los Corpógrafos en 2020, durante la pandemia, con el objetivo de concebir el cuerpo de una manera más gráfica, como signo abstracto o símbolo lleno de significados. El cuerpo diseña en el espacio, aunque ese dibujo se desvanezca segundos después de haberse ejecutado. Sus primeras funciones las realizó en galerías, museos y espacios alternativos, aunque también se presenta en teatros convencionales.
El dinero recaudado, el próximo fin de semana, por la venta de boletos se destinará al albergue para perros Flying Paws Project.

 

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