Sabor de la tierra y despertar de los sentidos en una copa de vino

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Durante el Taller Jack F. Ealy de Periodismo Científico  edición Latinoamérica 2014,  que se desarrolló en San Diego California, se tuvo la oportunidad de visitar el viñedo Orfila propiedad, desde 1993, del diplomático argentino Alejandro Orfila, quien fuera embajador de su país en Estados Unidos y Japón hace ya varios años. El lugar cuenta con 70 acres para siembra y cosecha

de las mejores uvas, mismas, que proporcionan a los paladares los ricos sabores y olores de la tierra.

Encontrarse en un viñedo es ser testigo de la transformación natural de una semilla y en este lugar, el calor es su mejor aliado. En esta viña ubicada en la comunidad de Valle de San Pascual al nordeste de San Diego, la uva Syrah es la que predomina debido a que el clima favorece su crecimiento, entre más caliente sea el ambiente mejor, sobre todo para las uvas rojas, ya que les proporciona mayor sabor y cuerpo  al vino, así lo señaló Dolores Castañeda, representante de ventas de Orfila en San Diego, CA. También se encuentran uvas como Merlo, Saint Yubeisy y Cabernet  Sauvignon. Las primeras uvas crecidas en San Diego fueron crecidas en el terreno que hoy pertenece a Orfila.

Al observar el enorme viñedo se pueden apreciar plantas de rosas en cada línea de siembra y su estancia responde a que si existiera la amenaza de alguna plaga la rosa es la primera en ser atacada, así que de ser detectado el daño a tiempo puede salvarse la uva. Dolores nos explicó que las uvas no necesitan mucha agua para crecer “estamos como en una montaña y cuando llueve el agua baja, a las uvas no les gusta que el agua se quede ahí”, dijo.

En el mes de junio las uvas todavía se encuentran en crecimiento pero llegando agosto se comienza a preparar la cosecha, trabajo de pizca que se hace a mano con la ayuda de hasta 30 personas “regularmente tenemos 15 personas que nos ayudan todo el año, después vienen más porque queremos que la cosecha dure nada más siete semanas”. Agosto 23 es la fecha en la que, con el gustado acto de pisar las uvas con los pies de parte de los visitantes, se da la bienvenida a la pizca o recolección del cultivo.

Cuando la uva está madura se cosecha y es llevada a una máquina especial que divide la uva de la cascara y/o de basura como hojas, después, el jugo cae en tanques y el enólogo vierte levadura para su fermentación y ahí se queda por tres meses, sobre esto, vale decir que la levadura se convierte en alcohol durante ese tiempo. Al pasar esa temporada en los tanques se cambia el contenido a otros contenedores donde se filtra el jugo y se limpia para ser colocado en los barriles. Si es un vino blanco puede quedarse en un barril hasta dos años, otro tipo de vino puede quedarse en el barril hasta dos años y medio con cascaras, para mejor sabor y cuerpo.

Cabe señalar, que el enólogo revisa continuamente el contenido de los barriles, ya que la madera con la que está hecho el barril absorbe el vino de su interior y si baja la capacidad este puede echarse a perder, por ello, el encargado debe mantener bien llenos los barriles para evitar su pérdida. Además, los barriles con vino deben encontrarse en un sitio frio y obscuro.

Cuando los vinos están listos para ser embotellados se llevan a los tanques y se dejan  reposar a temperaturas muy bajas por dos meses para ser embotellados. En promedio, Orfila empaca al año  entre 23 mil y 25 mil cajas de 24 botellas cada una. La mitad se embotella en mayo y la otra mitad en junio. De un barril se sacan 300 botellas de vino.

Durante la visita, se supo que los productores de vino compran en promedio entre 10 y 25 barriles cada vez que es necesario y que estos son de maderas de roble francés y americano, también, que un barril es utilizado en tres ocasiones únicamente y luego son vendidos al público,  un barril entero cuesta 100 dólares, y medio barril cuesta 50 dólares. Los clientes pueden usar los barriles  para decorar sus casas o patios convirtiéndolos en mesas, macetas o colgantes de adorno.

Luego de adentrarnos al mundo de la elaboración de un buen vino, Dolores Castañeda compartió con nosotros algunos tips:

 

 

LO QUE DEBES SABER

-          Al abrir una botella de vino se debe dejar respirar una media hora para que salgan los sabores y se vaya el alcohol.

-          El segundo trago es el que deja percibir el sabor del vino. Hay que tomar un poco de aire en la boca y después dar el trago para saborear mejor.

-          Un vino dulce es mejor cuando se acompaña con comidas picantes o con muchas especias

-          Un vino espumoso es recomendable para saborear son quesos o frutas secas

-          El vino lleva el nombre de la uva

Otro punto de interés, es que si mueve de forma circular el vino dentro de la copa y observa que éste baja o “llora” en el cristal lentamente es que tiene más alcohol y más cuerpo, y si mira que baja rápidamente es que contiene muy poco alcohol y menos cuerpo.

Punto ambiental: el vino es un regalo para los paladares de quienes gustan de los sabores que regala la tierra y la madera. En el vino se encuentran guardados los secretos de la exactitud del tiempo en la cantidad de agua, aire y temperatura. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

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