Insuficiencia renal crónica es enfermedad silenciosa

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La insuficiencia renal crónica (IRC), es una enfermedad irreversible de ambos riñones, en la que el organismo pierde la capacidad de filtrar las sustancias tóxicas de la sangre y la persona requiere tratamiento de sustitución de la función renal para conservar la vida, ya sea diálisis peritoneal, hemodiálisis o trasplante.

Afecta a más de 140 mil mexicanos de todas las edades y es la tercera causa de muerte hospitalaria en el país, por ello, se le considera catastrófica, ya que el alto costo del tratamiento puede significar la ruina de cualquier familia, por lo que muchas personas no tienen los recursos necesarios para acceder al tratamiento adecuado y oportuno.

También se le conoce como “silenciosa”, pues no se detecta fácilmente, ya que sus síntomas no son evidentes y sus principales causas se originan en enfermedades comunes, como diabetes mellitus, hipertensión o nefritis, entre otras.

En vista de que la insuficiencia renal crónica no discrimina raza, sexo, edad ni condición social, es considerada una epidemia a nivel mundial, de ahí la preocupación y participación de diversos sectores, como el de la salud, con programas de apoyo; el social, con campañas informativas y el trabajo de diversas fundaciones; e incluso el científico-tecnológico, que realiza investigaciones y presenta innovadores equipos médicos que brindan alternativas para mejorar  la calidad de vida de los pacientes.

Alternativas

Una de las opciones más innovadoras y que han comprobado su eficacia para el tratamiento del paciente con IRC es el de la hemodiálisis, que consiste en un procedimiento para purificar y filtrar la sangre por medio de una máquina. Puede realizarse en un hospital, en una fundación o asociación de pacientes con IRC, e incluso en el mismo domicilio del enfermo.   

El objetivo es eliminar temporalmente del organismo los desechos nocivos, como urea o creatinina, de sal y de agua en exceso; lo que permite controlar la tensión arterial y ayuda al organismo a mantener un balance adecuado de electrolitos (potasio, sodio, calcio) y bicarbonato.

Asimismo, existen la diálisis o la donación de un riñón, aunque ésta última se dificulta mucho ante la falta de órganos y alta demanda de los mismos.

Problemática actual

Datos proporcionados por Fresenius, empresa de origen alemán líder en México en la fabricación y venta de equipo médico para el tratamiento hemodiálisis, estiman que alrededor de 100 mil pacientes se encuentran en terapia y dos mil esperan la oportunidad de un trasplante de riñón. El problema es que se trata de una cuestión de tiempo, ya que no todos los pacientes sobreviven si no son atendidos oportunamente.

Pese a que los sectores de salud público y privado realizan esfuerzos muy importantes, tan sólo en 2013 se invirtieron tres mil millones de pesos en el tema, pacientes y medios afirman que no es suficiente, ya que la atención que brindan las instituciones federales, como el IMSS, ISSSTE y Seguro Popular, es limitada y deja fuera a segmentos vulnerables de población, como aquellos que no cuentan con ningún beneficio social y que se calcula en unos 50 mil pacientes en todo el país.

Actualmente, una parte del IMSS subroga el servicio a algunas clínicas especializadas, dada la fuerte demanda de pacientes que requieren hemodiálisis. Sin embargo, ante la falta de respuesta acuden a organizaciones, como la Fundación Mexicana del Riñón, que los apoyan en lo que pueden, pero en realidad pueden poco, por la falta de recursos a que se enfrentan.

Una de las soluciones que se plantean es ampliar el apoyo oficial por medio de la subrogación, para que cada vez más pacientes de IRC reciban la atención adecuada y el tratamiento de hemodiálisis a que tienen derecho para disfrutar una mejor calidad de vida.

En los próximos días veremos un mayor movimiento de pacientes con IRC y sus familias que demandan una causa justa, salud, trato justo y bienestar para todos, porque no sólo sufre el afectado, sino toda la gente a su alrededor, familias, amigos, compañeros de trabajo, la sociedad entera que quiere dejar de ser una sociedad enferma.

Recuadro

Sanos consejos

El paciente (o candidato) en terapia de hemodiálisis debe seguir una dieta apropiada para reducir los desechos que se acumulan en la sangre.

Limitar > Alimentos ricos en proteínas (verduras o cereales). Nivelar consumo de potasio (sustitutos de la sal, algunas frutas, verduras, leche, queso, chocolate y nueces), pues muy poco o demasiado potasio perjudica el ritmo cardiaco; agua y fósforo (refrescos, judías secas), el exceso de fósforo en la sangre puede producir hipocalcemia (bajos niveles de calcio en la sangre).           

Restringir > Líquidos. Cuando los riñones no funcionan, los líquidos se acumulan rápidamente en el organismo y el exceso produce edemas. También puede causar presión alta y trastornos cardíacos.

Disminuir > Sal. Las comidas saladas causan sed y hacen que se retengan líquidos y producir hipertensión.

Aprovechar>  Alimentos de origen animal, como carne y pollo.

*Fuentes: Fresenius Medical Care de México. Fundación Mexicana del Riñón, A.C. 

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