Mejora estimulación cerebral el aprendizaje de las matemáticas

Reino Unido, 2 de julio de 2025 ::: La capacidad para aprender matemáticas podría estar determinada,

en parte, por la conectividad neuronal entre áreas clave del cerebro. Así lo indica un nuevo estudio liderado por el profesor Roi Cohen Kadosh, de la Universidad de Surrey (Reino Unido), que demuestra que una leve estimulación cerebral puede mejorar el aprendizaje matemático en personas con conexiones neuronales más débiles. Los resultados se publican esta semana en la revista PLOS Biology.

 La investigación analizó a 72 participantes durante cinco días consecutivos mientras resolvían tareas matemáticas centradas en dos tipos de aprendizaje: el cálculo de soluciones y la memorización de resultados. Mientras realizaban los ejercicios, los participantes recibían estimulación eléctrica de baja intensidad en zonas específicas del cerebro: la corteza prefrontal dorsolateral (dlPFC), relacionada con la función ejecutiva y el cálculo; o la corteza parietal posterior (PPC), implicada en la memoria. Un tercer grupo recibió estimulación simulada como control.
Quienes presentaban una conectividad más fuerte entre estas regiones obtenían mejores resultados en tareas de cálculo
Además de analizar el rendimiento, el equipo midió la conectividad funcional entre distintas regiones cerebrales —especialmente entre la dlPFC, la PPC y el hipocampo, implicado en la memoria a largo plazo—, así como los niveles de dos neuroquímicos clave: glutamato y GABA, que reflejan el potencial de plasticidad cerebral.
Los resultados mostraron que quienes presentaban una conectividad más fuerte entre estas regiones obtenían mejores resultados en tareas de cálculo, pero no necesariamente en aquellas que requerían solo memorización. De forma notable, los participantes con conectividad más débil entre la dlPFC y la PPC mejoraron significativamente su rendimiento tras recibir estimulación eléctrica en la dlPFC.

::: El papel de la conectividad
"Se trata de un estudio sólido con una metodología rigurosa", valora Miriam Rosenberg-Lee, directora del Laboratorio de Matemáticas, Razonamiento y Aprendizaje (MRLab) de la Universidad Rutgers (EE UU), en declaraciones al Science Media Center España. "Este trabajo es importante porque aporta pruebas causales sobre el papel de la conectividad frontoparietal en el aprendizaje de las matemáticas. Lo más emocionante es que estos resultados sugieren que cambiar la conectividad con estimulación podría desbloquear el potencial de aprendizaje en estudiantes con dificultades".
Sin embargo, la experta advierte que el tamaño de la muestra, aunque razonable para la pregunta principal, podría ser insuficiente para explorar en profundidad los efectos cerebrales a lo largo del tiempo: "Yo diría que es insuficiente para examinar los efectos de los cambios cerebrales con el aprendizaje y la estimulación", puntualiza.
También desde España, María Ruz, catedrática de Psicología Experimental y directora del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) de la Universidad de Granada, destaca al SMC que "el estudio es muy interesante, con buen control experimental y un uso de técnicas y metodología de vanguardia", y subraya el valor de su enfoque multimodal, que combina medidas conductuales, funcionales y neuroquímicas.
Aun así, matiza que las implicaciones prácticas podrían ser más limitadas de lo que se sugiere: "Principalmente porque se emplea como medida efectos en la velocidad de las respuestas, pero no en cómo de bien las personas hacen los cálculos", explica en declaraciones al Science Media Center España. También cuestiona la generalización de los resultados a todo el dominio matemático: "Se muestran efectos solo en una tarea matemática, pero se concluye sobre todas 'las matemáticas', y eso es un salto grandísimo".
Ruz añade además que sería valioso observar efectos a medio plazo y en contextos educativos reales, y reclama una mayor atención a los factores sociales y contextuales: "El estudio enfatiza una raíz biológica en las diferencias individuales, pero ignora que el entorno también cambia la conectividad cerebral. No todo es innato".
Ambas expertas coinciden en que el tamaño de los grupos experimentales (24 personas por grupo) puede limitar la potencia estadística del estudio, especialmente para detectar efectos sutiles en el cerebro.
"Tradicionalmente, los esfuerzos por mejorar la educación se han centrado en factores externos, como la formación docente o el rediseño curricular, ignorando en gran medida la biología del estudiante", afirma Cohen Kadosh, autor principal del estudio. "Nuestro trabajo sugiere que la estimulación cerebral, combinada con enfoques educativos personalizados, podría ser una herramienta prometedora para reducir desigualdades y ampliar el acceso a oportunidades académicas y profesionales".

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