Demuestran que la dieta mediterránea y el deporte funcionan contra la diabetes

ESPAÑA, 24 de septiembre de 2025 ::: Un proyecto coordinado desde el Centro de Investigación Biomédica en Red

(CIBER), del Instituto Carlos III, y en el que participaron los hospitales Universitario Fundación Jiménez Díaz, el Rey Juan Carlos de Móstoles, el Infanta Elena de Valdemoro y el General de Vilalba, demostró que la dieta mediterránea y el deporte funcionan contra la diabetes tipo 2. El proyecto, que supuso una inversión de 15 millones de euros, busca demostrar que los cambios en el estilo de vida pueden ser tan efectivos como la medicación en la prevención y el control de la enfermedad.

 d física ni perseguir una reducción calórica de la dieta) o conseguir una pérdida de peso mediante dieta mediterránea baja en calorías y de mayor actividad física.

::: Dieta rica en fibra y deporte más intensivo :::

Lo hicieron así porque el estudio ya había demostrado que una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra o frutos secos reduce la incidencia de diabetes en un 30 % de los casos, en comparación con dietas bajas en grasas. Sin embargo, no recogía una disminución del peso corporal reseñable.
Sobre esta base, los investigadores se plantearon una intervención en el estilo de vida más intensiva con el fin de evaluar los beneficios adicionales de la pérdida de peso, pero ahora mediante una dieta mediterránea ligeramente hipocalórica, es decir, rica en fibra y de bajo índice glucémico, combinada con una actividad física enérgica y apoyo conductual.

::: Reducir el riesgo de diabetes :::

Tras seis años de seguimiento y análisis, los participantes en este segundo programa experimentaron los siguientes resultados:
• Mayor adhesión a la dieta mediterránea.
• Más actividad física.
• Menos peso. 
• Menos medicamentos para el control de glucosa una vez diagnosticada la diabetes.
Además, comprobaron que el riesgo absoluto de desarrollar diabetes fue del 9,5 % (280 casos) frente al 12 % (349 casos) de los participantes del primer programa. La segunda estrategia redujo en un 31 % los nuevos casos de diabetes.
Las conclusiones fueron, por tanto, éstas:
Los alimentos y nutrientes que componen la dieta mediterránea “actúan de forma sinérgica a través de diferentes mecanismos implicados en la diabetes tipo 2, tales como reducir la resistencia a la insulina, la inflamación y el estrés oxidativo.
Estos efectos se ven potenciados por la actividad física y la pérdida de peso. 
Además, al tratarse de una dieta sabrosa, sostenible y culturalmente aceptada, puede convertirse en una estrategia ideal a largo plazo para la prevención de enfermedades cardiometabólicas”.

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