Advierte estudio que la diabetes trastoca completamente el sistema inmunológico

México, 17 de noviembre de 2025 ::: Los niveles altos de azúcar por la diabetes trastocan completamente el sistema

inmunológico. Quienes padecen esta enfermedad crónica tienen más riesgo de infecciones, sobre todo bacterianas, como la neumonía o la tuberculosis, y de que estas se compliquen.

 La diabetes es una enfermedad en la que el páncreas no secreta suficiente insulina (hormona que regula la concentración de glucosa en sangre) o el organismo no consigue utilizar de forma eficaz la que produce.
Hay varios tipos, pero la tipo 2 es la mayoritaria porque es fruto de los malos hábitos de vida. Se caracteriza por la resistencia a la insulina, es decir, afecta a la forma en que el cuerpo usa el azúcar para obtener la energía e impide que utilice la insulina de forma adecuada.
Si no se trata, puede aumentar las concentraciones de azúcar en la sangre y causar daños graves en el organismo.

::: La grasa estresa las células

El profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC), Luis Franco, señala a EFE Salud, con motivo del Día Mundial de la Diabetes, que con la tipo 2 existe un doble problema, porque no existe solo el de los niveles de azúcar, sino también otro dietético nutricional, que es el exceso de grasa corporal.
En este sentido, Franco matiza que la importante, sobre todo, es la grasa visceral, que es la que está en contacto con los órganos, si bien añade que la abdominal, por ejemplo, es un indicador «bastante cercano» a la visceral.
«Es decir, si hay bastante grasa abdominal se estipula, se puede llegar a extrapolar, que hay bastante grasa visceral, pero es la grasa que está pegando a los órganos la que tiene más capacidad microinflamatoria», subraya el profesor de la UOC.
Y las células con muchísima grasa «se estresan» y liberan citoquinas inflamatorias, que producen «daños allá donde van» y «un estado de microinflamación constante», que deteriora el sistema circulatorio.
Franco abunda en que el tejido adiposo, además de interferir en la liberación de la citoquinas inflamatorias, genera ácidos grasos libres como las ceramidas y el diacilglicerol, que también interfieren a nivel molecular al provocar inflamación en diferentes órganos.
«A nivel circulatorio esa microinflamación provocada por los niveles altos de azúcar daña las células de los vasos sanguíneos», indica el profesor de la UOC, quien añade que por eso, hay pacientes con diabetes a los que se les tienen que amputar dedos de los pies y de las manos, porque no les circula bien la sangre.

::: Las defensas flaquean

El sistema inmunológico también se ve afectado por los niveles altos de azúcar de la diabetes, de hecho «lo trastoca completamente».
Por un lado, expone, interfiere en la quimiotaxis, un proceso en el que las células inmunológicas son capaces de detectar lo que es propio y lo que no, y lo que no es propio, lo ataca, para defender el organismo.
Con la diabetes, la quimiotaxis se ve alterada, porque los niveles de glucosa que se quedan en las membranas de las células interfieren en este proceso a nivel molecular.
«Es como si los sensores que utiliza el coche no funcionaran bien porque están sucios, con lo que no pueden detectar nada», afirma Franco.
Y la fagocitosis también se ve alterada: los niveles altos de glucosa hacen que los macrófagos y los neutrófilos no hagan como deben este proceso, es decir, que «no engullan a las bacterias bien».
Esto ocurre porque los niveles de glucosa elevados afectan al citoesqueleto de esas células, «que es el que tiene que hacer que ésta se deforme para acabar engullendo la bacteria y como no funciona igual de bien, el proceso no funciona y la fagocitosis se ve reducida».

::: Más riesgo de infecciones

La consecuencia es que las personas con diabetes a tener alterado el sistema inmunológico son más propensas a las infecciones.
«Además, los propios niveles elevados de glucosa pueden dañar a las células directamente, con lo que bajan las defensas, es decir, hay muerte celular y hay menos defensas. Incluso hace poco se ha visto que incluso los anticuerpos que conseguimos fabricar con niveles muy altos de azúcar se glicocidan, se unen a los anticuerpos y éstos no funcionan o funcionan peor», destaca Franco.
Como la fagocitosis está muy afectada, las personas con diabetes están más expuestas sobre todo a infecciones bacterianas que son más resistentes al sistema inmunológico ya de por sí, como la neumonía y la tuberculosis, entre otras.
«De hecho, a las personas con diabetes se les recomiendan unas pautas de vacunación que son más parecidas a los pacientes inmunodeprimidos que al resto de pacientes en general.

::: Más arsenal terapéutico

A diferencia de la tipo 1, la diabetes tipo 2 es una enfermedad que va a ir progresando si no se toman medidas para evitarlo.
Al inicio debuta de forma leve, y para que no progrese hay que cambiar el estilo de vida, además de los fármacos.
Entre ellos, Franco cita como cambio de pardigma los inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2 (iSGLT2): las glifozinas, pastillas para eliminar el azúcar por la orina, y los antagonistas del receptor del péptido similar al glucagón tipo 1 (arGLP-1), también llamados glutidas o medicinas que imitan una hormona intestinal y quitan el apetito.
En cuanto a las glizofinas, Franco apunta que no solo regulan los niveles de azúcar, sino que el hecho de estar perdiendo azúcar hace que se pueda perder peso.

::: Cambios en el estilo de vida

En cuanto a los cambios en el estilo de vida, el profesor de la UOC resalta la importancia de ponerse en manos de un médico para las recomendaciones nutricionales pertinentes, que Franco apuesta por que sean más personalizadas.
«No hay una varita mágica para todas las personas. Puedo pensar que estoy comiendo muy saludable, por ejemplo, porque soy vegano y resulta que hay muchos alimentos que están en el supermercado que son para consumo vegano, que son altamente procesados», afirma.
No obstante, recuerda que las recomendaciones son claras:
• Intentar comer:
     - Hidratos de carbono complejos, como los cereales integrales.
     - Alimentos lo menos procesados posible.
     - Mayor presencia de verduras y legumbres, y que sean la base de la pirámide alimentaria.
• «Si puedo intentar comer carne tal cual, y no carnes procesadas, pues mejor».
• Sin olvidar el ejercicio físico, porque «las células musculares son capaces de consumir glucosa sin insulina, que son las únicas células del cuerpo que pueden hacerlo y a los pacientes con diabetes les ayuda a regular bastante esos niveles», concluye Franco.

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