La falta de opciones y acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva son problemas que las mujeres enfrentan con frecuencia, no sólo en México, sino en varios países del mundo.
El acceso a la anticoncepción constituye un derecho para mujeres y hombres, para que puedan disfrutar de su sexualidad. Lo son también, el acceso a servicios de aborto legal y seguro, la decisión sobre el número y espaciamiento de hijos, la vida privada, la no-discriminación y a la autonomía reproductiva.
Sin embargo, los abortos inseguros generan complicaciones que pueden causar discapacidad o muerte, por tanto se han convertido en problema de salud pública que se debe solucionar. Preocupados por ello, organismos internacionales con sede en México y otros países como es el caso de Marie Stopes, han unido esfuerzos con laboratorios reconocidos, a fin de brindar mejor servicio de planificación familiar a las mujeres.
Cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicadas en la 2da edición de Aborto sin Riesgos: Guía Técnica y de Políticas para Sistemas de Salud, señalan que cada año se producen en el mundo 22 millones de abortos inseguros, el mayor porcentaje (98%), en países en vías de desarrollo, con 47,000 muertes provocadas por complicaciones. Además de que, 5 millones de mujeres sufren incapacidades por la misma causa. En México, esta práctica, representa la 5° causa de muerte materna, según datos de la Secretaría de Salud.