Advierten que la sobrexplotación del agua persiste en el Valle de México

Ciudad de México, México, 20 de octubre de 2025 ::: En el Valle de México, el sistema hídrico tiene un estatus

“patológico-estable”. El problema persiste con sobrexplotación del líquido y una infraestructura envejecida, alertó Manuel Perló Cohen, investigador y exdirector del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.

 Debido a problemas históricos sin resolver, la zona metropolitana padece actualmente inundaciones, hundimientos diferenciales del subsuelo (especialmente en el centro de Ciudad de México), encarecimiento de la extracción del líquido, agrietamientos, fugas y socavones, detalló el economista y doctor en planeación urbano-regional.
Al ofrecer la conferencia “Crisis hídrica y cuestión social”, dentro del Seminario Universitario de la Cuestión Social organizado por el Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED), Perló Cohen agregó que la región “hidropolitana” cuenta con 13 mil 430 kilómetros de tuberías de agua potable, 272 kilómetros de drenaje profundo y 52 kilómetros de ríos entubados.
También, con más de dos mil pozos operando, 92 plantas de bombeo de aguas negras, 268 plantas de bombeo y 25 plantas de tratamiento.
“Sin embargo, la infraestructura necesita reposición y renovación suficiente, modernización y crecimiento de inversiones emergentes”, señaló.

::: Desequilibrio hidrológico
Ante Mario Luis Fuentes Alcalá, presidente del Patronato Universitario e integrante del PUED; Enrique Provencio Durazo, coordinador del PUED; y Eduardo Vega López, titular de la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad (CoUS), Perló Cohen añadió que se vive un desequilibrio hidrológico con sobrexplotación crónica del acuífero, fuentes futuras de abastecimiento lejanas y costosas, necesidad creciente de importar agua, hundimiento de la ciudad y falta de medidas de adaptación al cambio climático.
Al continuar con su diagnóstico en el Auditorio Jesús Silva Herzog del Posgrado de la Facultad de Economía, dijo que hay falta de continuidad en el servicio, deficiencias en la calidad del agua, encharcamientos e inundaciones, agua no contabilizada y resistencia al pago del servicio.
“Las fugas son un factor importante no sólo en los hogares, sino también en el sistema público, donde con frecuencia abundan en calles y avenidas. Las pérdidas por éstas ascienden aproximadamente a cuatro mil millones de pesos al año”.
Explicó que con el crecimiento poblacional y la alta demanda de Ciudad de México, cada vez se depende más de fuentes externas de abastecimiento, y se trae el agua en los siguientes porcentajes: Sistema Cutzamala (29), Lerma (13), Barrientos (7), Chiconautla (3), de los manantiales (3) y de La Caldera (2).
“Dichas cifras significan que el 57 % del agua que consumimos viene de otros sitios, y su extracción y transportación son cada vez más caras”.
Entre los posibles efectos del funcionamiento hidráulico vigente en los próximos 20 años, el experto destacó que continuarán la sobreexplotación de los acuíferos y el hundimiento del subsuelo, las disputas sociales y políticas por el agua, el aumento del subsidio a los servicios de agua y drenaje (con un peso fiscal elevado), el colapso de algunos sistemas de drenaje, la contaminación de los acuíferos y una mayor vulnerabilidad ante el cambio climático.
Para transformar esta situación, Perló Cohen propuso un enfoque hídrico sustentable que considere la instalación de parques hídricos, infraestructura civil sensible al agua, rescate de ríos urbanos y lagos, inyección artificial de agua al acuífero, captación y reúso de agua de lluvia así como biorretención y bioinfiltración del líquido.

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