Afecta a capitalinos contaminación acústica

contaminacionacustica-web

Las sociedades modernas cada vez están más expuestas a la contaminación invisible. El desarrollo de actividades industriales, el Servicio de Transporte Colectivo Metro (STCM),  unidades de pasajeros, la construcción o incluso las derivadas de distintos hábitos sociales, traen como consecuencia un aumento de la exposición al ruido.

Para hablar de la Contaminación Acústica, el diputado del PAN, en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Orlando Anaya fe invitado al programa de radio “VOCESAL AIRE”, que se trasmite por el 760 de ABC, y dijo que existe una falta de aplicación de la Ley de Cultura Cívica del Distrito Federal (LCCDF), al interior del Sistema de Transporte Colectivo Metro STCM, lo que ha permitido la proliferación de los llamados vagoneros.

Consideró, ruido es todo aquel sonido calificado por quien lo padece, como algo molesto, indeseable e irritante, que interfiere en nuestra actividad o descanso y  los efectos que produce este tipo de exposición están en función de la intensidad, las frecuencias  emitidas y el tiempo de exposición al que nos sometemos.

Según la Ley del Ruido la contaminación acústica se define como la presencia en el ambiente de ruidos o vibraciones, cualquiera que sea el emisor acústico que los origine, que impliquen molestia, riesgo o daño para las personas, para el desarrollo de sus actividades o para los bienes de cualquier naturaleza, o que causen efectos significativos sobre el medio ambiente.

La contaminación acústica que afecta a su calidad de vida, puede definirse como el incremento significativo de los niveles del ruido del medio.

Según la Organización para la Economía, Cooperación y Desarrollo (OECD), 130 millones de personas, se encuentran con nivel sonoro superior a 65 decibeles,  es el límite aceptado  y otros 300 millones residen en zonas de incomodidad acústica, es decir entre 55 y 65 decibles.

 Por debajo de 45 decibeles no se perciben molestias. Con sonidos de 55 decibeles, un 10 por ciento de la población se ve afectada y con 85 decibles todos los seres humanos se sienten alterados.

Señaló que la contaminación sonora pone en riesgo la salud de los cinco millones de personas que viajan todos los días y que deben soportar más de 100 decibeles en algunos de sus trayectos.

Explica a los radio escucha de “VOCES  AL AIRE”, que de acuerdo con mediciones sonoras, ruidos como los que emiten un martillo neumático, el tronido de un petardo o el de un trueno, superan los 100 decibeles y pueden ocasionar daños auditivos en las personas expuestas.

Supuestamente los niveles de sonoridad para proteger la audición no deben superar los 70 decibeles A.

En la Ciudad de México existe la norma NADF-05-2006 de la Secretaría de Medio Ambiente del Distrito Federal (SMADF), que establece como límites permisibles de emisiones sonoras de fuentes fijas los 65 decibeles A en horarios diurnos y 62 decibeles A para el horario nocturno.

“Estos ruidos son nocivos con problemas de sordera, reducción y pérdida auditiva de forma irreversible, aceleración del ritmo cardiaco. Además, incrementa la presión arterial por estrés y dificultad de aprendizaje.

La violencia que ejercen los vagoneros también limita la realización de mediciones para determinar claramente los efectos de la contaminación sonora, así mismo las molestias que ocasiona el ruido de las bocinas que utilizan los vagoneros han ocasionado riñas cada vez que algún usuario se queja.

Explica el asambleísta al director general del diario nacional “EL PUNTO CRITICO”, y que dirige el programa de radio “VOCES AL AIRE”, que se trasmite por el 760 de ABC, que él  presentó un punto de acuerdo en la ALDF; para exhortar al STCM para que lleve a cabo las acciones correspondientes para evitar el comercio ambulante y combatir la contaminación acústica en pasillos, andenes y vagones del sistema.

Además, hizo un llamado a las autoridades del Metro para que cumplan con la aplicación de la ley que sanciona con arresto de 13 a 24 horas o multas de entre 11 a 20 días de salario mínimo.

A pesar de que el STCM despliega operativos con el apoyo de la Policía Auxiliar, para impedir que se ejerza el comercio ambulante al interior de los vagones, la proliferación de éstos se incrementa y es frecuente durante la totalidad del horario de servicio.

Según estadísticas del Metro, durante 2012 cada semana fueron detenidos y presentados 346 vagoneros, mientras que el promedio semanal en lo que va de 2013 se incrementó a 374 vendedores remitidos.

 Las líneas 1, 2 y 3 son los corredores en los que el personal de seguridad del Metro realizó la mayor cantidad de detenciones y corresponden con las rutas con mayor afluencia de usuarios.

El problema del ambulantaje sale de las instalaciones del Metro y es patente en estaciones como Juárez, Hidalgo, Merced, Lagunilla, Constituyentes o Salto del Agua, cuyos accesos están invadidos por vendedores. 

Follow Us on Social

Most Read