ISSSTE: con la cabeza fría

PEDRO ZENTENO SANTAELLA, DIRECTOR GENERAL DEL ISSSTE:

"No hay países subdesarrollados, sino mal gestionados": Peter Drucker

En la mañanera de hace tres días, el presidente anunció su deseo de “dejar un buen sistema de atención a los trabajadores” de la burocracia, motivo por el cual un grupo interdisciplinario ya labora en la reestructuración del Instituto Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado.

Como parte del grupo, Don Andrés mencionó a los titulares de la Secretaría de Salud y del propio ISSSTE, pero también a Rosa Icela Rodríguez, actual secretaria de Seguridad Pública, como si no tuviera suficiente con su responsabilidad principal. Con franqueza y todo respeto a la secretaria, no veo qué tiene que hacer en el sector salud.

En lo que sí tiene razón el presidente, es que el ISSSTE anda muy mal…

Lo primero que llamó mi atención es el subejercicio presupuestal. A fines de 2021, la Cámara de Diputados emitió una nota informativa en la cual señala que de un presupuesto de 373 mil millones de pesos, el ISSSTE no había ejercido 22 mil. Al primer semestre de 2022, la cosa anda más o menos igual, al punto que la Oficial Mayor de Hacienda, Concepción Lagunas, habría exigido a las autoridades del Instituto cumplir con el calendario de gastos.

Volviendo a 2021, uno de los rubros en los que mostró más subejercicio fue en el de “Medicinas y Productos Farmacéuticos” con 50 por ciento. Pero bueno, ya los mexicanos nos estamos acostumbrando al desabasto.

Otro rubro con subejercicio fue el de “Subcontratación de servicios con terceros”. Aquí la cosa sí es complicada. Mire, yo sé que al presidente no le gustan los contratos de servicios integrales, pues piensa que es una suerte de privatización, pero en su momento fueron justificados. Por allá de 2004 se encontró que adquirir por separado insumos, bienes y mantenimiento resultaba más caro que contratarlos a particulares en la modalidad arriba referida.

Ojalá no se aplique el machete cuatroteísta cortando todos los contratos, porque se generaría un problemón de atención a los derechohabientes, dejando al personal médico sin herramientas para hacer su trabajo. Sería preferible una transición planeada hasta que haya nuevos empleados especializados, que se domine la logística, se cuente con los equipos, etc. 

Un mega problema que tiene el ISSSTE es la basificación de empleados. Muy cricticable que las pasadas administraciones hayan reclutado personal por honorarios, vulnerando sus derechos laborales. Sin embargo, ese no es la única situación anómala con respecto a los trabajadores, pues muchos de los basificados tienen un sueldo bajo, que se va complementando con otros pagos, pero no forman parte integral de su salario. Así que, cuando se jubilan, lo hacen con el sueldo inferior.

De pretender corregir estas anomalías como parte de la reestructuración, espero que en el grupo de trabajo haya financieros y actuarios para que calculen lo que la basificación y la regularización salarial van a implicar en términos de pensiones; son un gasto justo, pero muy costoso en el mediano y largo plazos.

Espero que el grupo de reestructuración también haga encuestas de satisfacción de usuario y de clima organizacional. Casi podría asegurar que las quejas sobre instalaciones, mobiliario, equipo y servicios van a salir como fuentes brotantes.

Pero sobre todo espero, doctor Zenteno, que la reestructuración del ISSSTE se haga con la cabeza fría, planeando la ejecución de las decisiones, analizando el costo beneficio de cada una, con metas precisas e indicadores de éxito.

Tome nota de la amarga experiencia de lo que pasó en el INSABI; van dos años y no levanta cabeza. Los que la llevan, son los derechohabientes y, la verdad, no se vale.                     

Colaboró: Upa Ruiz This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

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