Peleándose con la inteligencia

DRA. MA. ELENA ÁLVAREZ BUYLLA

DIRECTORA GENERAL DE CONACYT:

"Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción".

Simón Bolívar

He sido periodista toda mi vida, pero he de reconocer que trabajar en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología fue un enorme, enorme privilegio. Tuve a mi cargo la entonces llamada Dirección de Divulgación, lo cual me dio la oportunidad de conocer a personas admirables como José Sarukhán, Ruy Pérez Tamayo, Zina Lomnitz y muchos más.

¡Qué pláticas me echaba yo con ellos! Era un aprendizaje continuo, no porque me instruyeran en CyT, sino como ejemplos de determinación, porque nadie se hace rico dedicándose a la investigación, Los admiré a todos, más aún a los que se regresaban a México después de estar en un laboratorio de primer mundo.

 

Por ello, no entiendo su pleito con la comunidad de investigadores; desde que usted llegó al cargo, sólo ha tenido confrontaciones y ahora hasta a Almoloya quiere mandar a 50 de ellos con una acusación sin sentido.

Cuando inició usted su gestión hubo varios nombramientos “inconvenientes”: su exmarido, su excuñado y ¡una diseñadora gráfica! en el Secretariado Ejecutivo de la Comisión de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados.

También en 2019, aceptó usted sin chistar los recortes al presupuesto de CONACYT (12 por ciento), dejó colgados temporalmente a los becados en el extranjero y en México, suspendió las becas a los estudiantes de Estudios Latinoamericanos (UNAM) a la mitad de la maestría.

Los recortes ya se perfilaban graves, al punto de que la revista Science (julio 2019) hizo preocupantes observaciones sobre el futuro sombrío de la CyT en nuestro país. Muy mala razón para aparecer en tan prestigiada revista. 

2020 fue peor. Usted calló ante la cancelación de 91 fideicomisos, máxime cuando los diputados habían prometido a los investigadores que salvarían a la CyT de este país.  26 mil millones de pesos que sólo Dios sabe si se fueron a PEMEX o a Dos Bocas.

2021 no se quedó atrás. El 29 de mayo fue aprobado el nuevo reglamento para el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), el cual se desarrolló sin escuchar a la comunidad. De un plumazo, el nuevo reglamento sustituye la calidad de los trabajos por la meritocracia, como si los investigadores fueran burócratas, dicho con todo respeto a estos últimos.

 Y no sólo eso: la convocatoria para aspirar a la SNI se publicó con cuatro meses de retraso y eliminando áreas de interés como puede ser la vinculación de la tecnología con el sector empresarial. ¿Acaso no ha oído hablar de cómo opera el mundialmente acreditado Massachusetts Institute of Technology? Justamente es a través de la vinculación con el sector privado, aportando su talento a la resolución de problemas concretos y reales.

Y para no dejar títere con cabeza, la institución a su cargo ahora exige que cualquier profesor que aspire a formar parte de las Cátedras CONACYT debe contar con una plaza en una institución educativa.

Aquí me permito señalar una incongruencia de origen en la “política” de CyT que usted promueve. Dice usted querer honrar el texto constitucional que establece que los beneficios de la ciencia y la tecnología deben ser para todos los mexicanos. Sin embargo, con todos estos atropellos y la propuesta para la nueva Ley de CyT, pues no veo cuál actividad habrá en estos campos. No habrá investigadores que la hagan. 

A diferencia de las pláticas que yo gocé en el CONACYT, creo usted, doña Elena, con el único que va a poder platicar será con Alejandro Gertz Manero, quien gracias a su intervención ahora es miembro del SNI y hasta le ayuda a entambar a los científicos mexicanos.       

Investigación: Upa Ruiz This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

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